Desde mi balcón: “Violencia de
género. Ni una víctima más”
Por Agustín Ferrer Ortiz
Hoy es 25 de noviembre y en esta fecha desde los últimos años venimos
celebrando el Día contra la violencia de género, que por desgracia está
demasiado arraigada en el carácter español y no dejamos de ver día tras día
algún acto violento contra las mujeres en su mayor porcentaje, mujeres que su
único pecado ha sido amar a sus esposos, novios o compañeros íntimos con el
propósito de ser felices.
Todos los años nos manifestamos para expresar nuestra repudia, gritar
por los derechos de las mujeres y el respeto a la libertad, pero todo eso no
sirve de nada si simplemente queda en esos buenos propósitos y meros parches
políticos y sociales que no frenan al agresor en la medida que corresponde porque
para ello, es urgente y necesario cambiar muchas leyes que realmente sean
efectivas y castiguen justamente y con dureza a esta clase de delincuentes,
porque merecen penas duras y concretas, castigos ejemplares para que la futura
sociedad sea más justa y respete como corresponde a sus semejantes sean del
sexo que sean o de la condición sexual que sean y por ello es por lo que
debemos luchar en las manifestaciones no sólo el 25 de noviembre de cada año,
no cada vez que guardamos unos minutos de silencio cada vez que se comete un
atroz asesinato, sino día a día, para que las leyes se apliquen como
corresponde, para que la justicia actúe con la dureza que corresponde a estos
cosas.
La sociedad debe ser exigente en sus demandas a nuestros políticos
para que aquellas leyes que se promulguen sean duras y se cumplan íntegramente
porque no es de recibo que estos elementos criminales pasen por las celdas una
corta temporada, salgan a la calle y en algunos casos sean hasta reincidentes,
mientras que los muertos ya no pueden alzar la voz ni esgrimir un breve y
tembloroso llanto de súplica. Pero es difícil escribir cuando hay tanta
mezquindad política porque algunas fuerzas políticas, especialmente de la
izquierda quieren erigirse como los únicos valedores de los derechos contra la
violencia de género como si tuvieran patente de corso y se les hace la boca
agua cuando luego observamos que sus palabras solo son como un sermón en el
desierto mientras miles de mujeres mueren al año y son ya muchas, demasiadas
para que solo esgrimamos simples palabras y no pasemos a los hechos de forma
contundente.
Mientras no cambie la situación y todos los partidos políticos se
pongan de acuerdo en una modificación de las leyes y nadie se quiera apuntar el
tanto como medalla exclusiva, no conseguiremos que nada cambien y cada 25 de
noviembre volveremos a salir a la calle a llorar por esas mujeres fallecidas,
pero la culpa será de la cobardía política, no de una sociedad que pide cambio
radical y unas penas justas pero duras y sin remisión en estos casos.
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