miércoles, 23 de septiembre de 2015


Desde mi corondel: Jorge Rodríguez, la Diputación de Valencia y las vacaciones de nuestros mayores

Por Agustín Ferrer Ortiz
El sector hostelero de la provincia de Valencia advierte al presidente de la Diputación de Valencia de que la campaña peligra si no se confirma este mes el programa de viajes para nuestros mayores y la corporación mantiene que hay «otros temas más urgentes» que seguramente son más bien intereses partidistas que realidades políticas del señor Puig que maneja como una marioneta al también alcalde de Ontinyent.

No quiero entender que hay mala fe en las intenciones del PPSV con respecto a las funciones y obligaciones de este consistorio provincial que en tan buenas manos ha estado en los últimos años y que tantos buenos éxitos había logrado para los municipios de la provincia y que había alcanzado una imagen que para mi quisieran muchos otros entes políticos y sociales de esta tierra e incluso del país, pero parece ser que el señor Chimo Puig todo esto se la trae al pairo y prefiere destruir los trabajos bien hecho para seguir con la política inhumana de izquierdas sin dejar trabajar libremente al actual gestor de la corporación que como ya he dicho anteriormente no deja de ser una mera marioneta dentro del organigrama de Puig que quiere controlar absolutamente todo de forma absurda e ineficaz.

Nuestros mayores, que también son sus mayores, merecen no solo el respeto de toda la sociedad, sino que se les cuide como todos deseamos ser cuidados cuando lleguemos a edades ya tan maduras donde nada más queda el disfrute de la familia, algunos amigos y mitigar, mediante viajes de poco coste, la soledad a la que muchos de ellos se encuentran sometidos por mor de las circunstancia y garrotazos de la vida, como para que una “fardada” política quiera acabar de un plumazo con sus ilusiones y esperanzas de disfrutar unos días de tan merecido premio, alegando que hay otras necesidades más urgentes y yo sinceramente me pregunto ¿Qué otras necesidades? ¿Qué tipo de gestión están realizando desde Diputación? ¿Cómo es que no hay dinero para nuestros mayores y con la gestión anterior de Alfonso Rus se solucionaban muchos problemas y cerró su ejercicio con un superávit?

Siento vergüenza de aquellos a los que ves como se les hace la boca agua hablando de temas sociales, de reivindicaciones sociales para favorecer a una sociedad, de las necesidades que nuestros mayores tienen y las obligaciones que tiene la sociedad para con ellos, que han estado años criticando la gestión de otros y ahora que realmente tienen la oportunidad de demostrar que ellos no querían recortes, que estaban contra las posturas del Partido Popular, resulta que lo primero que hacen es recortar no, suprimir, la partida de viajes para los jubilados valencianos. Ahora resulta que realmente los que hacen recortes no son más que los que gobiernan desde la izquierda como ya hacía ZP y ahora será el tripartito rojo valenciano el encargado de arruinar esta Comunidad desde sus más altas jerarquías políticas. Lo malo es que de estas políticas sociales mandan los de Compromís (Oltra y Morera) y por tanto, así les luce el pelo a los chicos del PSPV que gobiernan manipulados porque de entrada no ganaron las elecciones ni fueron la lista más votada.

No me pidan que me venga a razones ante esta injusticia social, moral y política que se está cometiendo contra nuestros viejecitos, este atropello inhumano por meros intereses partidistas, simplemente porque no tengo estómago para ello porque siento verdadera vergüenza y a los señores Puig y Rodríguez deberían darles nauseas actuar con esa hipocresía y cinismo y no deseo que a sus mayores les pase lo que ahora les está pasando a miles que estaban esperando como el maná estas mini vacaciones.

Amén de no hablar del daño que se hace al sector hostelero que ven frustradas sus previsiones de acabar un buen año fiscal con números positivos ya que contaba con facturar a la Diputación como venían haciendo en los últimos años gracias a las buenas políticas sociales del anterior gestor. Es decir que el PSPV lleva el mismo camino que llevaba el PSOE en sus mejores épocas con Zapatero que a la que nos descuidamos un poco deja el país a los pies de los caballos, pues bien, estos en menos de cuatro años, porque no les auguro una larga legislatura, acaban con la Comunidad Valenciana y si no, tiempo al tiempo y recuerden cuando se lo aviso.

Pero en definitiva. Lo peor de esta fiesta, es que nuestros mayores y gracias a las políticas sociales de los socialistas y amparados por Comprimís y resto de la izquierda, se van a quedar sin sus merecidas vacaciones.

 

lunes, 21 de septiembre de 2015


Desde mi corondel: “El toro de La Vega”, la atrocidad y la barbarie en la muerte del animal

Por Agustín Ferrer Ortiz
En los últimos tiempos hablamos mucho de las fiestas taurinas tradicionales y festivas con la que cuenta España en todos sus municipios y la guerra abierta entre detractores y defensores de las tradiciones culturales festivas para unos y barbarie para otros. Yo no voy a entrar en esa polémica aunque si diré que soy un enamorado de las corridas taurinas y de las fiestas populares en las que la gente corre con astados de todo pesaje y volumen por las calles de los pueblos y exijo a la sociedad anti taurina la misma educación que yo tengo para con ellos, es decir el respeto mutuo hacia nuestras ideas sean cuales sean porque cuando eso no sucede, se acaba el entendimiento y se pierden los modales y las razones.



Un torero se enfrenta cara a cara con el astado y si bien es el animal quien muere, el torero puede ser alcanzado por los cuernos afilados y puntiagudos que se clavan en las carnes como una aguja médica causando como conocemos de muchísimos casos, la muerte del torero que acaba su faena vencido por la mole cuadrúpeda y con los pies por delante camino del cementerio, mientras que el animal muere, no sin una cierta tortura por picadores y banderilleros y hasta en algún caso, recientemente en junio vivimos este episodio, ver la vida del bicho salvada por la autoridad competente y devuelto a los establos para que sirva de macho entre las fieras astadas dispuesta para procrear y tener nuevos toros bravos. Y en las tradiciones populares de correr las calles vecinales so plazas instaladas al efecto, no he visto en mi larga vida, ningún animal morir mientras si he visto morir jóvenes que han sufrido la furia de una brutal coz que le ha destrozado el pecho o la cabeza o bien lo ha dejado en sillas de ruedas de por vida, pero en ningún caso veo el sufrimiento del animal en estos festejos.

Pero como digo, lo que me trae a escribir este artículo es la tan traída fiesta de “El toro de La Vega” en Castilla-León y por supuestos las voces que se han alzado a favor y en contra. Yo sinceramente y lo digo de corazón en este caso, soy totalmente opuesto a esta barbarie donde se da caza a un animal de la forma más primitiva posible como es con lanceros dispuesto a marcar su diana en la piel del morlaco que por muchos seiscientos kilos que pueda pesar, se encuentra indefenso ante la vorágine de cazadores que participan y la forma indefensa en la que muere el animal. A mi esta muerte me causa estupor, me indigna, me atormenta e imploro porque esta tradición tome otro cáliz.

Así que me defino claramente contrario a que la fiesta de La Vega continúe, a que eso que llaman cultura se mantenga porque no es más que un crimen cometido con ensañamiento, premeditación y alevosía y resulta a más incomprensible que el alcalde de esta localidad, por más socialista y por ende contrarios a las fiestas taurinas, haya defendido la continuidad de este festejo. Sinceramente me quedo incrédulo ante tal estupidez política que año tras años enfrenta, con una total falta de respeto a defensores y contrarios y con lo que hay que acabar.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Desde mi corondel: Higiene en parques y jardines… muy lejos de la realidad
Por Agustín Ferrer Ortiz
Solo hay que darse una vuelta por los parques y jardines que tenemos en Valencia para comprobar la dejadez por parte del Cap i Casal en lo referente a su higiene y mantenimiento, pero que además es más destacable en aquellos que se alejan del centro por donde pululan y transitan los turistas que nos visitan y eso lo he podido comprobar personalmente simplemente paseando por algunas calles de la ciudad.
De joven recuerdo las aceras colindantes del Mercado Colón y daba verdadero asco llegar desde Conde Salvatierra a Jorge Juan por lo fácil que resultaba pisar las heces de los canes, pero cierto es que en aquellos años, hablo de ya una época lejana, las normas que hay ahora no existían si bien creo que la sociedad no necesita de ciertas normas para saber comportarse higiénicamente bien con sus conciudadanos. Pero hoy en día existe una normativa que los dueños de los canes deben respetar bajo la posibilidad de ser sancionados, sin que se vea sanción alguna ni vigilancia policial controlando y sinceramente me da a entender que la dejadez política sigue instalada de por vida en nuestros ayuntamientos.
Es vergonzoso que esa dejadez impida que nuestros hijos puedan jugar libremente, que puedan correr como a ellos les gusta por el riego de tragarse (literalmente) un excremento canino por la desidia de unos dueños que tienen menos inteligencia que sus propios canes, porque no es simplemente el hecho de que estos defequen en el parque pues el animal no entiende de las leyes de los hombres, pero si sus amos que deben sumar la irresponsabilidad de llevarlos sueltos y sin bozales incumpliendo la normativa vigente para el paseo con animales caninos puesto que asuntan a los querubines ya que hasta en las zonas escolares pasean con sus mascotas sueltas pasando entre los infantes de corta edad. Y hablo con sobrada propiedad y conocimiento pues cuanto escribo lo he palpado personalmente y visto en innumerables ocasiones en la puerta del colegio de mi hijo donde coincide una zona ajardinada y esta está infestada de las cacas y otras sustancias caninas cuyo olor de por sí ya es propiamente molesto.
Durante el curso pasado podíamos observar que la Policía Local si se situaba en una de las calles del colegio para controlar el tráfico y la seguridad en la zona, pero con la nueva política del alcalde Ribó, parece ser que estas autoridades tienen otras funciones en las que no están controlar la falta de higiene de nuestras calles y por ende la falta de conciencia de las personas a las que se deberían multar en base a la ley establecida para este menester. Entonces yo me pregunto ¿Vamos a tener que seguir aguantando a estos elementos y su falta de educación con sus conciudadanos y especialmente con los más pequeños? ¿Qué piensa hacer Joan Ribó y su concejal de Medio Ambiente en este sentido? A vista de la política que está llevando el Cap i Casal de la capital del Turia, nuestras calles, parques, jardines y zonas escolares, seguirán contando con la presencia decorativa de las inmundas cacas de perros cuyos amos no recogen con la oportuna bolsita para tal menester.
En fin, una más de las muchas vergüenzas que debemos observar en nuestras ciudades y este argumento es válido para cualquier otra ciudad española.
 



·         (La imagen corresponde al parque situado frente a las oficinas del PROP en la calle Gregorio Gea de Valencia y en él se puede observar la dejadez que el ayuntamiento demuestra, ya que si bien podaron las palmeras de esa calle, dejaron de lado el parque en todos los sentidos).

domingo, 6 de septiembre de 2015


Vigilantes de la playa: horario de oficinistas

Por Agustín Ferrer Ortiz
He pasado el mes de agosto en la ciudad de Cullera a la que me unen las raíces de mi padre y mis recuerdos, algunos de ellos, vividos en esta hermosa localidad de la costa valenciana donde el turismo es su principal fuente de ingresos desde que el boom del turismo llegara a inundar las playas españolas y en esta localidad de La Safor, se cuentan por miles los que nos visitan desde Madrid, Francia, Alemania y otras capitales españolas así como de poblaciones limítrofes de nuestra provincia.

Cierto es que nuestras playas que obtienen banderas azules que certifican su calidad, son muy bien cuidadas y hasta en la actualidad mucho más protegidas que hace poco años donde ver un policía era algo sorprendente formando actualmente, parte de ese paisaje playero y cierto es que a los ciudadanos nos ha agradado muchísimo verlos recorrer en diversos momentos todo el litoral cullerense.

Lo que ya no me queda tan claro es la situación de los socorristas o vigilantes de la playa si bien entiendo que su función es claramente la de observar y salvar vidas, aunque este año en Cullera han llegado tarde a salvar algunas de esta por falta de medios o incluso tal vez por falta de una preparación más óptima que alcance para salvar una vida de forma rápida y contundente. Pero independientemente de esto comentado, ya que no quiero entrar en el dolor que han supuesto esas muertes o en la falta de profesionalidad o falta de celo de estos jóvenes, el motivo que me trae a escribir este artículo es el horario que estos chicos tienen y por tanto el poco tiempo que están en las playas cuando el público está desde bien temprano hasta bien entrado el atardecer ya que llegan a las 10’00 horas hasta las 19’00 horas de la tarde cuando todavía hay gente tomando el baño y cuando las mareas comienzan a cambiar y el mar sube en intensidad su oleaje.

Yo entiendo que el servicio de socorristas de una playa debería ser algo más largo, es decir, desde las 08’00 de la mañana hasta las 20’00 horas de la tarde en dos turnos de 6 horas cada uno para que estas  tuvieran mejores servicios y una seguridad mayor y dotar a los mismos de mayor profesionalidad y medios para actuar en consecuencia según las necesidades ¿O los ayuntamientos tienen preferencias en otros intereses que no sean la de preservar la seguridad de sus turistas bajo la sospecha de la ya manida excusa de los recortes?,  porque es algo que no se sostiene se mire por donde se mire. Sabemos que las playas no pueden cerrarse como las piscinas públicas o como las de comunidades de vecinos que por ley están obligadas a tener un socorristas así como un horario y tras ello se cierran las puertas para que los vecinos no puedan entrar y sufrir algún accidente no deseado, si bien este puede ocurrir en cualquier momento del día pero si está el elemento de seguridad siempre será más fácil acudir al socorro. Por ello se hace preciso buscar medidas que doten nuestros lugares de esparcimiento de mejores servicios de seguridad.

Vaya por delante mi respeto a todos esos jóvenes que durante las épocas estivales se encuentran trabajando como socorristas, pues si bien digo que carecen de la suficiente preparación y de medios, no es en absoluto culpa de ellos sino de los ayuntamientos que contratan estos jóvenes siendo obligación del concejal competente y del alcalde de las localidades ocuparse de este menester y no estar solo para la foto en la colocación de las banderas azules y para decir que bonita es nuestra playa. El turista local, regional, nacional o extranjero son los que se merecen, ya no solo un respeto, sino que se les ofrezca seguridad para disfrutar del  merecido asueto y regresar en años venideros porque son los primeros que se lo merecen puesto que los turistas son los que en poblaciones veraniegas permiten que se mantengan puestos de trabajo y se generen ingresos que benefician a la localidad. Desconozco cuál es la situación de otras zonas turísticas de España, pero si están al nivel que esta población de Cullera, el bañista tiene muy pocas posibilidades ante un accidente serio.

En definitiva, Cullera, su ayuntamiento, deberá mirar más por intereses que favorezcan más a los ciudadanos y a su turismo que a intereses meramente políticos porque si bien el anterior alcalde popular tenía una gran parte de esta culpa, el actual no se queda atrás cuando lo primero que ha hecho ha sido suprimir paquetes en la oferta turística alegando recortes.