miércoles, 20 de mayo de 2015


Opinión: Semana de reflexión

Por Agustín Ferrer Ortiz

Si ya están ahí. Este domingo decidiremos nuevamente quien o quienes deben gobernarnos los próximos cuatro años tanto en los ayuntamientos como en la Generalitat Valenciana y para ser exactos, con lo que estamos viendo, el cartel electoral es más bien de una pobreza inmensa., y lo único que tengo claro es que en estas autonómicas los rodillos desaparecen dejando paso a las negociaciones de salón que veremos en algunos casos, especialmente en la Comunidad Valenciana como van a acabar.

Indudablemente las miras van a estar puesta en lo que pueda pasar con el Partido Popular y Ciudadanos o ¿tendremos aquí otro desmadre a la andaluza? Lo que si se seguro es que el proyecto a tres bandas o a cuatro bandas de la izquierda valenciana será un fracaso mayúsculo y cuyos acuerdos a futuros se convertirían en ingobernabilidad y en una altísima inestabilidad política, aunque al principio colocarían a los de Fabra en la bancada de la oposición que es lo que realmente pretenden sin importarles realmente la Comunidad Valenciana ya que ninguno de ellos lleva un programa de gobierno digno para defender la Comunidad sino más bien para venderla al catalanismo que tanto desean.

De todas formas estamos asistiendo a una campaña de lo más vulgar y de lo más sucia por parte de los radicales e intolerantes que vegetan en la extrema izquierda y que están convirtiendo este panorama en una fractura social con una violencia política que no tiene parangón desde que se instauró la democracia en España por los “pijos” según dice Pablo Iglesias en sus apariciones “panfleto-mitineras” rodeado de sujetos cuyo nivel intelectual está muy por debajo de la media que debe imperar en una sociedad civilizada, hasta el extremo de que a muchos medios y personas que nos inclinamos hacia la derecha pretenden llevarnos a las cunetas. Sinceramente es para estar preocupados con lo que está pasando en estos momentos y lo que puede suceder hasta las generales del mes de noviembre si esta fractura social sigue esta pauta y caminando por estos derroteros.

Sin duda, el ejemplo de cuanto estoy diciendo, de esta violencia política, son las amenazas de muerte hacia la alcaldesa de Valencia Rita Barberá o el intento de linchamiento político hacia Alfonso Rus quien espero escuchar lo que tenga que decir el próximo lunes tal y como dijo, porque deben ser declaraciones bien jugosas y que a más de uno en estos momentos tiene muy nervioso y  acudiendo al WC en más ocasiones de las que desearía por lo revueltas que debe tener las tripas ante lo que pueda escuchar de la voz del aún presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva.

Leía en un rotativo valenciano que en estos momentos 1 de cada 3 valencianos tiene muchas dudas a quién votar y es que la causa está con el miedo a acabar con el bipartidismo de populares y socialistas y también ante la avalancha de nuevas fuerzas que hacen dudar al electorado por cual decidirse pero en el caso de los valencianos, esos indecisos deben tener muy claro lo que hay en juego y si prefieren fuerzas que pretenden catalanizar nuestras señas de identidad o a aquellas que tienen que esperar a que sea Barcelona o Madrid las que tome las decisiones que afectan a los valencianos.

Yo por mi parte entiendo que los valencianos tenemos que comenzar a pensar por nosotros mismos para ser capaces de reclamar con fuerza por lo nuestro sin dependencias, con un autogobierno propio sin rallar el separatismo visceral de catalanes o vascos o de esas fuerzas de la izquierda radical valenciana formada por Esquerra Unida y Compromís y alguna otra minoritaria que no son más que raíces de la matriz catalana. Además la moral política debe indicarnos que no se pueden votar a partidos que amenazan a quienes no piensan como ellos, que lanzan la piedra y esconden la mano pero que envían sus esquiroles a reventar actos o insultar a otros líderes. Y está muy claro que la izquierda plantea un frente común para imponer las tesis catalanistas.

Y con respecto al PSPV de Ximo Puig, el diario ABC era bien claro en sus opinión coincidiendo con la de muchos expertos: El PSPV, por su parte, ha optado por evitar un debate que en los últimos veinticinco años le ha generado un fuerte desgaste electoral, especialmente en la ciudad de Valencia, donde las encuestas pronostican una debacle en la cita del próximo domingo”. Claro, esto no es de extrañar a vista de cómo ha actuado su líder y de que un partido que pretende luchar  contra la corrupción linchando al PP por esta causa y que lleva en su lista diez imputados en causas judiciales, no tiene mucha autoridad moral para gobernar.

En definitiva, nos quedan unos pocos días para decidirnos y cada uno debe ser consecuente con sus ideales o con sus principios, porque votar es el ejercicio más claro de libertad y democracia, el ejercicio más sano que ningún político puede usurparnos con sus injerencias que si quieren aplicarnos cuando gobiernan. Una vez más, en nuestras manos, en las manos de los valencianos está que sigamos siendo lo que somos, valencianos libres o por el contrario, seamos convertidos a los ideales catalanistas que los radicales de la extrema izquierda llevan pretendiendo desde su analfabetismo e ignorancia política.

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