lunes, 23 de febrero de 2015

 
Opinión: ¿Quiénes nos gobiernan?
Por: Agustín Ferrer Ortiz.-
Decía Platón, “El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres”.
Sinceramente estoy más que convencido de que lo dicho por Platón debemos sin ningún lugar a dudas, aplicarlo con toda exactitud a la fauna política que pulula por toda la geografía español, una fauna de la que muy raras piezas se salvan por su honestidad, honradez o buen hacer en este campo.
La Comunitat Valenciana cuanta con esa fauna tan impresentable de ser malos políticos, ser los peores hombres y mujeres que nos gobiernan porque solo basta con ver que no hay grupo político que no esté salpicado por algún caso de corrupción. Vale, unos más que otros, pero eso no es sinónimo de nada, porque de esta quema no se salva ni el “indultat” ahora que vienen Fallas, porque tan grave es rascar mucho la bolsa, como llevarse unas monedas como Judas.
Y vengo a hablar de todo ello, porque entramos en un periodo de elecciones. Sabemos que este 2015 viene cargadito ya que en Mayo tenemos las autonómicas y municipales y luego en noviembre las generales, por lo que vamos a tener un año muy movido cuando veremos juicos y movidas judiciales de alto standing muy de muy alto voltaje como será el caso Gürtel y los ERE’s de Andalucía entre otros muchos más.
Sinceramente, por ejemplo, yo no sé el Ayuntamiento de Valencia de dónde saca el dinero para tener en estos momentos la ciudad toda patas arriba con obras, incluido el antiguo cauce del rio Turia hoy convertido en jardín, está mangas por hombros, más cuando solo les oímos decir que no hay dinero, que no se pueden acometer obras y quieren además este año comenzar con el Parque Central y actualizar la antigua Ciudad Sanitaria de La Fe porque van acerrar el Arnau de Vilanova debido a que los terrenos son de un gran superficie. A mí me descolocan estos muchachos del Partido Popular y me tienen, como dicen en América latina, muy sacado de onda y ya no alcanzo a entenderlos.
Sé que ahora vendrán con innumerables promesas a lo largo de la campaña electoral, con inauguraciones de cosas ya inauguradas para hacerse la foto y la izquierda soltando sapos contra los populares para calentar la campaña y entre mentiras y falsas verdades, seremos los ciudadanos los que sigamos pagando los platos rotos de la sinvergüencería de la corrupción del Partido Popular y del Partit Socialiste del País Valencià.
Para postre, muchos habían confiando en Albert Rivera, ese chico joven con ganas que es la cabeza visible de Ciudadanos y había conseguido arraigarse buenamente en la Comunidad Valenciana. Pero he ahí que la fastidió cuando resulta que no reconoce el valenciano y las señas de identidad de esta tierra, lo cual echa por tierra sus buenas intenciones para con los valencianos y deja ver el plumero de que lo único que le interesa es el poder y alcanzar el máximo número de escaños que pueda rascar para sentarse en el Congreso de los Diputados. Lo que no imagina Rivera, es que esa cacicada política le restara una gran cantidad de votos de los valencianos.
Mis ánimos de cara a estas elecciones municipales y autonómicas están por debajo de todo límite y aunque sí sé que votaré porque es mi obligación sin duda, todavía no se quien será el agraciado en recibir mi papeleta o si esta será en blanco, porque visto lo visto, con el panorama político actual y estando como están las dos fuerzas mayoritarias, sólo nos queda o buscar otro partido o votar en blanco por aquello de que tenemos la obligación y el deber de hacerlo.
Tengo todavía varios meses para pensarlo, pero mucho han de cambiar las cosas y los partidos políticos van a tener que poner en la picota a sus corruptos para realmente sanear la política en la Comunidad Valenciana y en España. Tenemos que ver expulsiones y retiradas de carnets pero de forma seria y contundente y no la de esa línea roja que solo aparta a los corruptos de sus cargos pero se mantienen dentro del partido con un futuro asegurado de una u otra forma.
 
 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario