lunes, 13 de octubre de 2014

La opinión de Agustín Ferrer:

Rajoy rompe con Alberto Fabra y busca alternativas en Valencia
 
• Las malas perspectivas electorales o la falta de un discurso político claro en la Comunidad han hecho pudrir los vínculos entre Fabra y el PP nacional. lsabel Bonig empieza a despertar simpatía en Madrid.
 
Sinceramente no saben ustedes cuanto me ha alegrado leer estos titulares en la prensa, habida cuenta de que quien les escribe este artículo siempre ha sido contrario a la política empleada por Alberto Fabra en la Comunidad Valenciana y que dista mucho  delo que realmente había que hacer para salvarla de la situación tan penosa en la que nos encontramos y que él ha agravado aún más si cabe y no sólo por el cierre de la RTVV más conocida como Canal 9, sino especialmente por su famosa “línea roja” que ha aplicado según su interés personal y basándose en inquietudes políticas ajenas a los intereses del propio Partido Popular en la Comunidad Valenciana, y también sus constantes enfrentamientos con líderes regionales que no comulgan con él como es el caso de Alfonso Rus y Rita Barberá, especialmente el primero que ha dejado constancia de sus enfrentamientos con Fabra con quien no coincide en muchos asuntos.
 
Siempre he dicho y me mantengo en esa opinión, que Mariano Rajoy se equivocó desde la raíz, al nombrar a Fabra como sustituto de Paco Camps, sin haber estudiado las posibilidades existentes en futuros aspirantes al cargo de President de la Generalitat Valenciana y sacarse de la chistera a un elemento a vista clara, sin muchas luces y algunas de las que tiene, fundidas, a vista delo realizado con su gestión y que por desgracia están aprovechando la “casta roja” de Compromís, Podemos y Esquerra Unida, para hacerse con el sabroso botín del poder, desplazando al PSPV de Joaquín Puig, a la sazón, igual de mindungui que Alberto Fabra.
 
Esto demuestra que las perspectivas electorales para el 2015 sean críticas, ya que son muchos los valencianos que negarán su voto al Partido Popular, perotambién serán muchos los afiliados al partido que quieran dar una lección y voten a otra fuerza como pueda ser VOX o Ciutadans demostrando su enfado a los líderes del a calle Génova y de la calle Quart que deben analizar lo que está sucediendo antes de que les estalle la “mascletá política” en sus propias narices sin que sepan que hacer y el desastre en la Comunitat Valenciana se perpetúe si gana la “casta roja” que será la llave al nefasto catalanismo y la puerta a la miseria económica del os valencianos y valencianas.
 
Es cierto que en estos últimos meses el PPCV no ha sabido transmitir a la sociedad un clima de seguridad. No han sabido explicar su gestión y aquello en lo que se han equivocado y eso sin duda alguna les va a pasar cuentas en las autonómicas y municipales y la culpa ha estado enteramente en manos del propio Alberto Fabra que ha estado más preocupado en eliminar con su línea roja a sus enemigos políticos que en solucionar los problemas provocados por los recortes y la alarma social que él mismo ha generado por sus malas gestiones sociales y políticas ante, sin duda alguna, su poca calidad política. Ha estado más preocupado en asegurarse el futuro que se ha olvidado por completo de sus obligaciones para las cuales se le puso en la poltrona desde Madrid, poltrona en la que se ha acomodado sin mover un dedo por el bien de la ciudadanía y que desde la calle Quart le han estado haciendo ver, pero sus cortas miras políticas y su venda en los ojos le impedían ver.
 
Alberto Fabra tenía que haber entendido que era un presidente de transición y que su papel era hacer olvidar la corrupción de la época Camps y convocar elecciones, pero se vio embriagado ante el poder y su deseo imperioso de ser un César, pero un César sin laureles, donde su Nerón era él mismo, porque él mismo se ha traicionado y ha traicionado a los valencianos.

Fabra se ha quedado solo. Nadie en el Partido Popular confía en él, ni en Madrid ni en Valencia y eso debería verlo y tirar ya la toalla para convocar elecciones sin esperar a terminar más marginado y más odiado por los valencianos quienes estamos cansados de hipocresías y de malas gestiones.

lunes, 6 de octubre de 2014


La nueva vieja Fe, en 2018

·         Sanidad afirma que las obras del nuevo hospital situado en el espacio de la antigua Fe y dotado con 490 camas comenzarán en un año y estará operativo en 2018.

Agustín Ferrer Ortiz.-

Esto sinceramente, es sin duda una buena noticia para la sanidad y los ciudadanos valencianos que veíamos ya un claro negocio con los solares de la antigua ciudad sanitaria La Fe de Campanar, que durante más 50 años ha estado ofreciendo un impecable servicio para todos sobradamente conocido pese a la mala imagen que en ocasiones se ofrecía y las malas voces que gritaban contra la sanidad, especialmente las venidas desde la casta roja valenciana, aunque creo que dada la capacidad del centro, por sus múltiples edificios, las 490 camas van a ser del todo insuficientes y habría que estar pensando en el doble a tener de que en la nueva Fe, la de Malilla se han reducido camas al poner paciente por habitación con torres multiusos y de siete alturas nada más.

Miren, voy a ponerles un ejemplo que cae sobre mi persona directamente y por ende, como afectado igualmente. Yo resido en la zona de Campanar, a dos calles del centros hospitalario, pero con la construcción de la nueva ciudad sanitaria, me toca desplazarme de una punta de la ciudad a la otra ¿Tiene eso algún sentido común, más teniendo en cuenta que entre las dos instalaciones existen varios hospitales donde haber recolocado a pacientes? En fin, son esas decisiones cafcanianas de nuestros políticos con poca sesera y asesores incompetentes. Ahora lo propio, sería que algunos de ciudadanos fueran reubicados en 2018 en la nuevo remodelado hospital mirando su proximidad.

Hace ya varios meses escribía la mala gestión que sobre este tema estaba llevando a cabo el Partido Popular de Alberto Fabra, de quien sigo pensando que e s un mal político y peor gestor, cuando se hablaba de La Fe – Campanar como una ruina tras inaugurar la de la carrera Malilla y cerrar esta porque no tenía sentido estar prometiendo a la ciudadanía que se atajarían las necesidades en sanidad y cuando hay que resolverlas se toma la puerta trasera, se calla y se cierra un centro, obligando a miles de ciudadanos a tener que cruzar la ciudad para recibir asistencia sanitaria ¿Tenía alguna lógica? Ahora se demuestra que no y parece que el blandito valenciano ha recapacitado y se ha dado cuenta que el 2015 es su tumba, que si ya la tiene cavada, trata de no entrar en ella con estas ideas de urgencia que le salven de la quema.

Valencia está cerca del millón de habitantes. La Fe atiende no sólo a ciudadanos de la capital sino que además da cobijo sanitario a miles de ciudadanos de la provincia a los que se les hace venir por razones diversas, lo que nos hace pensar en ¿Por qué se quería cerrar el hospital de Campanar? Francamente considero y estoy convencido que el PPCV pretendía la especulación olvidando el contrato que la Consellería de Sanitat tenía firmado con los propietarios de los solares a quienes les estaban lloviendo novios por todas partes, como El Corte Inglés que estaba al acecho para construir un macro centro comercial que enviaría al traste a Nuevo Centro dada la proximidad existente.

No obstante, lo dicho. La noticia es buena, es fantástica porque cubrirá, no al ciento por ciento, pero si en bastante esa parte de las necesidades de los ciudadanos ya que hay que contar con que para ello van a cerrar el Arnau de Vilanova y en ese sentido sigo diciendo lo mismo, no hay que cerrar, hay que invertir en consecuencia y adaptarlos a las necesidades actuales, no malgastar los caudales de los ciudadanos en majaderías faraónicas que en estos momentos suenan más a tomadura de pelo que a necesidades que mejorar la vida de los valencianos y por eso, debemos ser muy críticos que el gobierno de Alberto Fabra que tiene una venda en los ojos y tapones en los oídos, pero bueno que sigan por ese camino, el 2015 está cerca y el Partido Popular se está ganando a pulso pasar a la terrible oposición con la bota miserable de la casta roja de Compromís, Podemos y Esquerra Unida que van a sangrarlos y humillarlos contando con el apoyo de quien nunca gobernará, en este caso el PSPV del señor Puig más pendiente de Madrid que de cuánto debe acometer desde Bolserias por los valencianos.