jueves, 25 de septiembre de 2014


News la Costera cierra y se despide de sus lectores

Agustín Ferrer Ortiz.-

Si, ha llegado el momento que nunca un editor desea y es el de decir adiós, el de decir que hay que cerrar, que un ciclo ha concluido de forma irreversible. Han sido cuatro años maravillosos donde he disfrutado no solo trabajando, sino conociendo un maravilloso mundo de persona que en todo momento han estado junto a mí y en este proyecto en el que han creído y al que le han demostrado su esfuerzo y fidelidad a lo largo de estos años.

Es duro, muy duro tener que despedirse cuando las ilusiones y el esfuerzo diario por el trabajo bien realizado recibían su recompensa diaria con la suma de lectores que aumentaban día a día, pero hay ocasiones en que las necesidades han de anteponerse a las obligaciones y más cuando están en juego la salud porque desde hace un largo año quien hoy se despide de vosotros y que ha llevado la batuta de este medio desde su nacimiento, viene sufriendo lo llamado como un enfisema pulmonar crónico o más conocido como la enfermedad de EPOC y estos últimos quince días que vi postrado en una cama del hospital de La Fe de Valencia aquejado de una fuerte insuficiencia respiratoria provocada y agravada por una bronco-pulmonía y que ahora me obliga a guardar reposo absoluto con asistencia de oxígeno durante un mes largo para una total recuperación.

No podría nombrar una por una a las múltiples personas que en este tiempo han dedicado su tiempo a News la Costera porque la lista sería interminable, cumpliendo con un compromiso profesional que ha permitido día a día ir cubriendo las necesidades informativas de cada uno de nuestros lectores de las Comarcas Centrales de La Ribera, La Costera, La Canal de Navarrés y La Vall d’Albaida, así como Alcoy y estamentos oficiales valencianos políticos, sociales y deportivos entre otros muchos como los culturales.

News la Costera quería ser un referente informativo dentro del panorama editorial digital valenciano y para ello trabajaba con esfuerzo y empeño dedicando un gran número de horas a actualizar la portada así como no dejar pasar la actualidad para que esta fuera real en su tiempo y contenido. Cierto es que estaba en el buen camino hasta que la salud ha querido formar parte de un juego triste que ha acabado ganándolo y dejándome ver cuáles son pues mis prioridades en estos momentos, principalmente la salud de quien les escribe y la familia, con ese retoño que pronto cumplirá sus tiernos cuatro años y a quien voy a dedicar gran parte de mi tiempo, ¿Por qué que es la vida sin amor y sin salud? En estos momentos valorándolos todo, apuesto por mi salud y la vida junto a los míos olvidando momentáneamente o por siempre, estas obligaciones que bien temprano por la mañana me tenían al pie del cañón.

Pero quiero hacer mención especial al pueblo de Xàtiva donde nació News la Costera, donde este periódico digital dio sus primeros pasos y especialmente a mi amigo, compañero y colega Ricardo Cháfer, brazo derecho en aquellos primeros pasos y que me abría el camino hacia las puertas que se abrían a mi paso y al Ayuntamiento de la localidad, así como a sus fuerzas políticas que en todo momento han sabido entender la pluralidad y la libertad de expresión que configuraba a News la Costera independientemente de la opinión personal ya que dábamos cabida a toda la información, porque el papel primordial era informar de las opiniones de unos y otros sin mirar su color o condición moral, social, política algo que, ha permitido una comunicación fluida y una amistad que se mantiene y mantendrá por siempre porque soy persona que se mantiene ante unos principios de valores intocables y para mí el respeto y la amistad es de esos valores que hay que mantener de por vida.

El editor de News la Costera ha tenido en todo momento una opinión personal y política que sigo manteniendo y que no cambia por mucho que cambien los vientos y sé que eso ha molestado especialmente a la izquierda reaccionaria que nunca entiende la libertad de expresión si no es la de ellos y que no admiten más opiniones que las suyas, pero independientemente de esta situación, la pluralidad con la que he manejado el medio es envidiosa ya que día a día las políticas de todos los colores han tenido cabida y se ha respetado la opinión de los mismos de forma íntegra sin cambiar una sola coma o un solo acento, lo que le ha dado a News la Costera el derecho a opinar libremente desde el respeto y la independencia, valores que sigo y seguiré manteniendo en todo aquello que hago o haga.

Pero ya me despido. Hoy se cierra un capítulo fantástico de mi vida y en mi corazón llevo a un innumerable número de personas que se han convertido en amigos, esos amigos a los que siempre estaré agradecido, a ese pueblo setabense que me acogió abiertamente y que en todo momento me ofrecieron su apoyo, colaboración y hoy su cariño. A todos y a cada uno de ellos y ellas los deseo fundir en un gran abrazo para testimoniarles mi respeto, agradecimiento y cariño. No hace falta que os nombre pues cada uno sabéis perfectamente quienes sois, jóvenes, mayores y más mayores. A todo muchísimas gracias y a todos os digo, hasta siempre.

miércoles, 24 de septiembre de 2014


Valencia ¿la ciudad de la luz y del color?... Antes, ahora no.

Agustín Ferrer Ortiz.-
Si, es una pena. Una de las ciudades más hermosas no es más que una fantasía para turistas e ignorantes que nos visitan y se creen las falsas milongas que les cuentan. Toda una farsa.

Recientemente a Valencia se le otorgó el premio como una de las ciudades más limpias de España y de Europa y sinceramente no me rio porque no podrían leer mis carcajadas ante esa infamia, especialmente no lo hago por vergüenza torera, ya que quien les escribe ha tenido la ocasión de poder recorrer diversas capitales europeas así como españolas  y francamente, la nuestra deja mucho que desear.

Imagino que los responsables de otorgar tan dudoso premio visitaron puntos de la ciudad muy concretos por donde se mueven los turistas, como es la Plaza del Ayuntamiento, la zona de la catedral y Palau de la Generalitat, así como la Ciudad de las Ciencias y las Artes que como comprenderá el lector están impecables para causar esa buena imagen que otorga galardones, pero que tapan la verdad de una ciudad que tiene ya el millón de habitantes y que ha crecido desmesuradamente en los últimos años. Estos no llegaron a ver calles sucias con olores insoportables que te llegan hasta lo más profundo de las fosas nasales sin que se te valla por todo el día.

Si nos diéramos una vuelta por la Valencia real, aquella en la que viven los ciudadanos y no los turistas veríamos una ciudad diferente, triste, apagada, sucia por la que no da gusto pasear ni caminar para hacer gestiones por el peligro de pisar heces caninas, orines de la gente borracha que los fines de semana usan las aceras para hacer sus necesidades úricas y donde las terrazas de los bares ocupan gran parte de la acera porque está es extremadamente pequeña para una mesa y peatones. Una vergüenza de ciudad que Rita Barberá desconoce ya que ella vive en la zona de Glorieta junto a Capitanïa Militar y esa zona, si que está, como dicen las pijas residentes en esas calles, “divina de la muerte”. Pero quisiera recordarle a la señora Barberá el barrio de Jesús donde vivía o la zona de la estación de autobuses donde tanto tiempo residió con sus padres y que las visitara ahora para darse cuenta de que el premio es del todo desmerecido.

Observamos los gastos descomunales que el Ayuntamiento de Valencia se gasta en protocolo, juergas populacheras y demás saraos de los que Rita Barbera le gusta ser la gran reinona, la gran protagonista o la “mujer de rojo”, mientras la ciudad nada en la inmundicia, en árboles que hace años necesitaban ser talados, palmeras que llevas décadas sin ser limpiadas y calles llenas de excrementos de todas clases e insoportables olores en callejuelas u otras calles estrechas, con jardines abandonados llenos de escombros que la gente impúdica usa como basureros o campos sexuales llenos de condones usados. Esa es la verdadera Valencia que Rita no quiere ver. Esa es la Valencia que no se muestra a los turistas. Esa es la Valencia que no obtendría ni el último galardón que se diera. Esa es la Valencia en la que tenemos que convivir cientos de valencianos olvidados por unos políticos que se ponen una venda en los ojos y que si recurren a esos menesteres cuando hay elecciones, como ya es sobradamente sabido.

Servidor ha tenido la ocasión de vivir durante unos diez años en la hermosa ciudad a la vez turística de Xàtiva y puedo asegurarle que a excepción de algún desalmado, algunos gamberros y algún ciudadano nada preocupado por su prójimo al pasear con sus canes y dejar los excrementos de estos en las aceras, es una ciudad merecedora de la escoba de oro que le ha sido otorgada en varias ocasiones y sirva de ejemplo comprobar cómo su concejal del ramo, Jorge Herrero, ilustra a sus vecinos a través de fotografías en las redes sociales para que puedan comprobar las diferentes labores de limpieza y obras menores que adecentan la ciudad para dolor de estómago de la oposición que se dedican a  criticar lo que ellos ni hacen cuando gobiernan. Así que le daría un consejo a Rita Barberá para que compruebe como su homólogo Rus cuida de su ciudad y de sus ciudadanos.