martes, 9 de abril de 2013

Opinión: La absolución del Supremo saca de quicio al PSPV


Agustín Ferrer Ortiz.-

La pregunta que ahora todos nos hacemos y que muchos en el PSPV deben estar reflexionando a vista del desastroso éxito cosechado por su líder Ximo Puig, es si este debe, tal y como ha pedido Jorge Bellver, presentar su dimisión al frente de la formación política valenciana.

La gravedad del tema no es más que esa falta de respeto que este partido, su dirigente y algunas voces del PSPV hacia la actuación de un jurado popular al que no se ha respetado por la sencilla y única razón que no fallaron como les hubiera gustado; es decir, encerrado a Camps y Costa en la cárcel por la causa de los trajes en la trama Gürtel y no encontrarse indicios de culpabilidad.

Sinceramente yo a nivel personal, me alegro muchísimo de la decisión del Supremo, ya que este varapalo debe poner en órbita a un partido que está llamado día a día a hacer el máximo de ridículo y caer constantemente en el fracaso, lo que está dando pie a que sus votantes estén buscando cobijo político en Compromís o Esquerra Unida, partidos que en nada favorecerían un buen futuro para la Comunitat Valenciana, si bien sabemos que el PSPV no está en disposición tampoco de defender esta tierra con sus nulas tesis políticas, su falta de formación en muchos dirigentes y su falta de ideales que ofrecer a una ciudadanía desamparada y huérfana.

Y digo que me alegro, porque la Comunitat Valenciana necesita al PSPV como necesita al Partido Popular, ya que son las únicas opciones reales, solo que el primero debe presentar unas nuevas credenciales que los haga creíbles y fiables, con un programa que pueda contentar a sus votantes.

Jorge Alarte basó su mandato y posteriormente sus campañas electores en las municipales/autonómicas y en las generales, a atacar al Partido Popular constantemente con el Caso Gürtel. Día a día veíamos como el mismo se consumía bajo sus propias mentiras, bajo su baja calidad política que ya lo defenestró como alcalde de Alacuas entre otras razones y que llevó al PSPV a conseguir los peores datos de la historia democrática de la Comunidad Valenciana que incluso motivó la aparición en Les Corts de UPyD y un aumento de votos en la extrema izquierda valenciana. Aquello, sin más, lo puso en la picota y su partido sin pensarlo dos veces le dio el pasaporte a su casa.

Ximo Puig no es más que el heredero de aquella política y sigue en ese mismo cauce en vez de revalorizar el partido y dedica el máximo de su tiempo a atacar al Partido Popular y a buscar sus posibilidades, nulas por cierto, de poder gobernar bajo el manto del tripartito que hundiría nuestra Comunitat en una miseria social, económica y política sin precedentes, amén de un aumento de corrupción que se escribiría con mayúsculas. Todo ello sin sumar que el catalanismo al que tan aferrados están, causarían estragos.

Dicho todo esto, sabemos que hay muchas voces discrepantes con Puig y nada contestos con su gestión. Recordar además la crisis económica por la que atraviesa este partido y sus innumerables deudas, especialmente las que competen a las nóminas de sus trabajadores y si todo ello se suma a la eterna antipatía contra el Partido Pupular y basar su política simplemente en atacar sin ofrecer nada a los ciudadanos, la ecatombe socialista está nuevamente garantizada si antes, los movimientos que se ven por la sede del PSPV en Bolserias no le mueven definitivamente el sillón a Ximo Puig.

Me sorprende que si tan rápido acabaron con Juan Ignasi Plá y con Jorge Alarte, no esté ya fuera de plano Ximo Puig ¿O están esperando a las elecciones al Parlamento Europeo para ver la tremenda caída que se dará? Me imagino que en la sede socialista ya estarán cavilando quien será el próximo candidato. Yo por mucho que me estrujo el cerebro, no encuentro a nadie capacitado para llevar las riendas de un partido abocado al fracaso, que ha basado sus últimos años en la mentira, la patraña y una política barrio bajera sin escrúpulos, con actuaciones más dignas de la mafia siciliana que de políticos que dicen ser honestos.

Camps y Costa hoy son personas libres, salen inmaculados de una guerra sucia promovida desde la izquierda y esa guerra, sin duda pasará una gran factura y la pasará simplemente al PSPV-PSOE. Los otros (la izquierda radical fascista) están tranquilos mirando desde sus escaños la caída del imperio socialista en la Comunidad Valenciana.

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