jueves, 22 de abril de 2010

La dirección general del PSOE ultima el finiquito de Alarte resignándose a otra guerra

La dirección Federal del PSOE celebra reuniones entre destacados barones socialistas valencianos para analizar la situación del PSPV y buscar un recambio a su secretario general.

Las encuestas, las dichosas encuestas, son absolutamente demoledoras, autodestructivas para ser exactos porque son de encargo propio, para el futuro político del secretario general del PSPV, Jorge Alarte. Los sondeos –pese a los esfuerzos del presunto prevaricador Baltasar Garzón- no pueden ser más desalentadores para la formación de José Luis Rodríguez Zapatero en la Comunidad Valenciana, región en la que no sólo volverían a ser derrotados (por goleada) en su lucha por la Generalitat; también verían mermado su poder municipal con la pérdida de alcaldías tan significativas como Elche y su continuidad en la oposición en las tres grandes capitales. Una panorama dramático, el de proyección de voto, al que hay que sumar los problemas orgánicos que arrastra este partido desde el año 1995 en el que Eduardo Zaplana venciera a Joan Lerma en la carrera al Cosell.

Problemas internos porque Alarte está cada vez más solo. Ha perdido el respaldo en Madrid, fundamentalmente el de su valedora Leire Pajín, pero también vive en una especie de purgatorio en su deambular diario por la Comunidad Valenciana. Ferraz –en esto sí están de acuerdo tanto Pajín como Pepe Blanco- ha dictado sentencia y baraja nombres para su recambio e incluso ha iniciado una rueda de contactos con socialistas que estarían dispuestos a coger la batuta electoral, para enfrentarse a Francisco Camps, que dejaría el ahora secretario general. Unas reuniones que vendrían celebrándose en Madrid de forma discreta y que estarían impulsando, según comentan fuentes socialistas al El Semanal Digital, tanto Lerma como Leire Pajín que ya han asumido que es la hora de la verdad y de “finiquitar” al líder del PSPV.

La dirección federal del PSOE es partidaria de pensar que con trabajo, es verdad que mucho, aún hay tiempo para enderezar los negativos sondeos y afrontar así con mínimas garantías las elecciones en la primavera de 2011. “Trabajo” es la palabra clave porque si algo le achacan a su Jorge Alarte es su poca capacidad de sacrificio en el ejercicio de sus funciones orgánicas y como oposición al PP, una situación que –a juicio del propio PSOE- ha llevado a su partido a estar cada vez más alejado de la realidad social y electoral de la Comunidad Valenciana. Una decisión, la del recambio, que está más que madurada por Ferraz que ha tenido que sopesar meditadamente las consecuencias de un relevo cruento. Habrá guerra interna, sí, pero nada más perjudicial que “suicidarse” con la continuidad de un muy desprestigiado candidato.

¿Y quién o quienes serían los aspirantes?, Madrid sabe que serán muchos los nombres que se postulen pero uno de ellos cuenta con la ventaja añadida de estar siendo conservando y mimando entre algodones: Francesc Romeu es el elegido por Blanco. Tendrá competencia dura (Ximo Puig, Ana Noguera y otros reconocidos socialistas) de gentes que quieren aspirar a la presidencia de la Generalitat pero el asunto de la competencia no le asusta demasiado a un Ferraz que está ya resignado a vivir nuevos capítulos de guerra fraticida entre los socialistas valencianos. Largo y arduo camino tienen por delante los socialistas siendo consciente de ello porque, entre otras cuestiones, los sondeos que manejan son todavía peores para ellos de los que han hecho públicos en el PP. Se avecina catástrofe.

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