lunes, 27 de septiembre de 2010

Mayor Oreja: ‘Zapatero sólo cree en la dictadura del relativismo’

Hace ya algún tiempo que vengo destacando la envidiable visión de Estado de uno de nuestros grandes políticos, Jaime Mayor Oreja, quien de haber contado con algo más de carisma podía haber sido el sucesor de Aznar en lugar del ‘blandiblú’ Rajoy, el cual tampoco es, precisamente, el paradigma de dirigente con una gran aureola que deslumbra a las masas. Es decir, entre dos señores de lo más soso, sin duda es preferible escoger al que tiene las ideas claras y sabe exponerlas aunque sea sin entusiasmo alguno, caso de Mayor Oreja, en lugar de decantarse por alguien que prefiere no hacer nada para que la economía, en la que cifra casi toda su política y su esperanza de alcanzar el poder, mande a Zapatero al paro. Lo que no va a ser fácil dada la afición del pirómano monclovita a sacarse de la manga ‘supermisiles’ de última hora, como se dijo en vísperas de esas elecciones de 2004 que vinieron precedidas del 11-M.

Sea como sea nuestro cada vez más desconcertante futuro, las ideas de Mayor Oreja son siempre muy interesantes y resumen a la perfección lo que ha venido ocurriendo en España. Unas ideas que el estadista Mayor Oreja expuso recientemente en Sevilla y que hoy, sin que haya podido resistirme, he querido traer a este blog. El discurso de Oreja es bastante largo, si bien ninguno de sus párrafos está de más. Lean, lean:

"Debo comenzar por confesarles que, cuando venía hoy hacia Sevilla, sentía una cierta melancolía. En el año 2005, tuve ya ocasión de pronunciar una conferencia en este mismo foro de El Mundo. Y recordando mis palabras de entonces, hace ya de ello cinco años, me daba cuenta de que ya en aquella fecha expuse en este mismo escenario un diagnóstico, unos temores, unos peligros y unas circunstancias que, desgraciadamente, tienen mucha similitud con las reflexiones que hoy voy a compartir con ustedes. Dado que han pasado cinco años desde entonces, es inevitable tener la sensación de que a veces uno puede sentirse que clama en el desierto. Pero no les quepa duda de que esa sensación no va nunca a cambiar ni un milímetro mi diagnóstico y mi visión de la realidad.

A la hora de realizar un diagnóstico de la situación política en España a fecha de hoy, es preciso hacer un esfuerzo para comprender lo que ha supuesto, desde su llegada al Gobierno y a lo largo de estos años, la esencia, la naturaleza y los objetivos del proyecto político de Rodríguez Zapatero, así como del significado profundo del proyecto de ETA; dos actores protagonistas en el actual escenario político.

Un proyecto político, el de Rodríguez Zapatero que se ha ejecutado implacablemente y que no responde, como a veces consideran equivocadamente algunos analistas, ni a la improvisación, ni a los bandazos exigidos por los problemas del corto plazo.

Un hecho, una realidad incontestable, es a lo que han conducido sus políticas: a unos resultados que, en líneas generales, responde a lo que cualquiera entendemos como una "chapuza" nacional.

Pero, no nos equivoquemos, más allá de los resultados, el proyecto político de Rodríguez Zapatero, es una realidad y responde a una inflexible toma de posición ideológica por su parte y a un planteamiento común a toda la izquierda europea, basado en un profundo relativismo político y moral.

Desde el mismo momento de su llegada al Gobierno, Zapatero dejó bien claro que no creía en España, que para él la Nación era un ’concepto discutido y discutible’. Y, del mismo modo, dejó igualmente bien claro que a su proyecto político no le valía el modelo político y social al que había dado cuerpo la Constitución de 1978 y que había ido conformándose a partir de la Transición y durante los Gobiernos que le habían precedido.

Por ello, Rodríguez Zapatero convirtió en objetivo de su Presidencia el llevar a cabo una Segunda Transición que buscaba no ya dar un nuevo impulso a los principios que inspiraron la Transición del 78 sino, precisamente, la renuncia a dichos principios para diseñar un nuevo modelo político, social, institucional y territorial para España.

Y, como parte de ese objetivo, desde un primer momento, Zapatero aplicó una peligrosa fórmula política: la permanente concesión a las insaciables demandas nacionalistas. En primer lugar, porque a través de esas constantes concesiones, de convertir su política en un continuo mercadeo con los nacionalistas, considera que está avanzando hacia ese modelo territorial en el que cada vez pierde más peso ese concepto que le incomoda, el concepto de Nación. Y, en segundo lugar, porque con esa política busca, simplemente, asegurarse su propio poder, su propia permanencia.

Y, como parte de esa misma estrategia política, ha desarrollado también desde el primer momento una serie de políticas concretas basadas en la defensa de nuevos y falsos derechos, en la defensa de anti-valores, cuyo único objetivo ha sido vaciar de contenido los auténticos valores.

Como siempre digo en este punto, no afirmo con esto que Zapatero quiera destruir ni romper España. Pero, sin duda, forma parte de ese proyecto implacable la búsqueda de un debilitamiento de España como Nación en su búsqueda de un nuevo modelo político y social.

Este planteamiento ideológico responde a la realidad de lo que es Rodríguez Zapatero como político. Zapatero es, de una parte, heredero directo de una izquierda trasnochada, desorientada y fracasada. Y es, igualmente, un claro ejemplo de lo que es la actual izquierda en el conjunto de Europa. Una izquierda que perdió sus referencias ideológicas tras la caída del Muro de Berlín, que vio como sus viejos postulados marxistas y la defensa de la lucha de clases habían fracasado. Y que, ante ese fracaso, ante la pérdida de sus referencias, se redefinió, se transformó en una izquierda que dejó de creer en nada, que pasó a defender la ’nada’, entendiendo que no hay mayor libertad que no creer en nada. Así, esa nueva izquierda se convirtió en la principal promotora de la doctrina del relativismo, de la cultura del ’todo vale’, de la vacua exaltación de la libertad.

La izquierda europea ha sustituido así la ’dictadura del proletariado’ por la ’dictadura del relativismo’. Y, en el caso de España, el hecho diferencial respecto de los demás países europeos es que Zapatero ha convertido ese planteamiento en un proyecto de Gobierno relativista.

Porque el relativismo —político y moral— es la característica esencial del proyecto de Rodríguez Zapatero. Y, en su ejecución, ha plasmado esa concepción relativista en todos los ámbitos.

Lo ha hecho en el ámbito territorial, con ese vacuo pragmatismo consistente en tratar de satisfacer todas las demandas del nacionalismo. Y la situación generada con el Estatuto de Cataluña es la máxima expresión de ese relativismo en lo territorial.

Lo ha hecho en lo moral, con unas políticas marcadas por el debilitamiento del concepto de persona y de la familia como institución, a partir de un laicismo radical, de lo que es buen ejemplo la nueva regulación del aborto.

Lo ha hecho en el plano económico, sumergiéndonos más que ningún otro país europeo en una crisis económica que no supo ni prever, ni admitir, ni ha sabido combatir.
Y, por supuesto, ha llevado también su relativismo al terreno de la lucha antiterrorista, como no podía ser de otra manera.

Y es importante entender esto. Es fundamental entender que problemas aparentemente tan diferentes entre sí — el modelo territorial, la regulación del aborto, la economía o la política antiterrorista — son en realidad caras diferentes de una misma moneda. Responden todos ellos a esa misma concepción relativista de Zapatero, una concepción que impregna por completo su búsqueda de un nuevo modelo político y social para España. Responden todos estos aspectos a esa búsqueda de una sociedad dócil, conformista y aletargada, formada más por votantes sumisos que por personas comprometidas, que busca el contagio y la extensión de esa cultura basada en el ’todo vale’ que tan útil es para los objetivos políticos de Rodríguez Zapatero.

Centrándome en la cuestión del terrorismo, no cabe duda que la llegada de Rodríguez Zapatero al Gobierno supuso un cambio radical en la lucha antiterrorista. Un cambio de escenario que llevó, entre otras cosas, a la ruptura del instrumento político más eficaz que jamás había existido en la lucha antiterrorista y que había llevado a ETA a su situación de mayor debilidad de toda su historia, como fue el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, firmado por PP y PSOE.

Y, sobre todo, un cambio de escenario que condujo a la apertura de un proceso de negociación entre la banda terrorista y el Gobierno con unos márgenes de negociación que aún hoy no nos han sido explicados a los españoles. Y ese cambio nos introdujo en la dinámica de un proceso de resolución de conflictos, que comienza en la primera legislatura de Zapatero, que vive ahora su segunda fase y en el que se están respetando escrupulosamente las reglas, el manual de este tipo de procesos, a las que me referiré más adelante.

Es lógico que Zapatero pretenda buscar un supuesto fin de ETA mediante un proceso de resolución de conflictos. Encaja a la perfección con la naturaleza del proyecto político de Zapatero que acabo de exponerles. Forma parte de esa indiferencia ante el debilitamiento de España como Nación. Forma parte de esa actitud de debilidad constante ante los nacionalismos más intransigentes. Forma parte de su indiferencia ante la defensa y el mantenimiento de la estructura territorial de España y de los valores de libertad y solidaridad sobre los que la misma se asienta. Forma parte, en definitiva, de ese relativismo, de esa cultura del ’todo vale’, incluido el transgredir unos límites que siempre han sido respetados tanto por socialistas como populares en el terreno de la lucha antiterrorista.

El proyecto de resolución de conflictos, el mal llamado proceso de paz, en definitiva, la negociación con ETA, forma parte esencial del proyecto de Rodríguez Zapatero, en la búsqueda de una España irreconocible. No es una política más, es la culminación de su proyecto político.

No lo digo yo, el propio Rodríguez Zapatero, semanas antes del verano, señaló que de todas sus políticas, la más relevante, la mejor de todas ellas, habría sido iniciar el proceso de paz.

Pero, además, ese proceso de resolución de conflictos se adapta también al proyecto de ETA. Por ello, como decía al principio, los proyectos de Rodríguez Zapatero y de ETA pueden tener puntos de encuentro y, en todo caso, se adaptan y encajan en la fórmula de ese proceso de resolución de conflictos. Y, por ello, es necesario comprender ambos proyectos para poder entender el escenario en el que nos encontramos. Un escenario válido tanto para el proyecto de Zapatero como para el de ETA.

Porque no nos engañemos: ETA también tiene su propio proyecto. Y también trata de ejecutarlo implacablemente. Y el proyecto de ETA pasa inexorablemente por un objetivo fundamental, como es fracturar España.

Y es necesario entender que, en lo que a ETA respecta, el proceso que ahora vivimos no es nuevo, no comienza ahora, con una nueva tregua recién declarada por ETA.
A raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco, en Julio 1997, la historia, la práctica política de ETA consiste en una sucesión de treguas... El proyecto de ETA ha avanzado con cada una de las treguas que sucesivamente ha generado. Treguas que nunca han sido inocuas. En cada una de ellas, ETA ha ido avanzando, ha dado siempre pasos en su proyecto de ruptura. En todas ellas, ETA ha arrastrado a las formaciones políticas con las que ha negociado, logrando modificar sus posiciones políticas. Por tanto, ETA siempre ha ganado con todas sus treguas, siempre le han sido rentables para su estrategia y objetivos.

El proyecto de ETA avanzó en su momento en el año 98, con el acuerdo PNV-EA-ETA, escenificado parcialmente en el Pacto de Estella.

Su objetivo fue excluir de la vida política del País Vasco a los partidos no nacionalistas. Su resultado más aparente fue aquel Plan de Ibarreche, que llegó a donde llegó.

Pero su resultado más eficaz, fue llevar la autodeterminación, al proyecto y al programa de gobierno del PNV.

Años más tarde, ETA dio un salto inédito hasta aquella fecha a Cataluña, por primera vez en su historia.

El País Vasco, la fuerza del conjunto de las opciones nacionalistas vascas, era insuficiente para el objetivo de la ruptura de España.

Volvió a negociar otra tregua, esta vez limitada a Cataluña y de esta forma con ERC de aliado, llegó el acuerdo de Perpiñán, que a su vez, a través del Pacto de Timell, buscaba la exclusión de la vida política, en este caso, del Partido Popular.

Otra tregua que no ha sido inocua, porque en Cataluña la asunción en sus programas de la autodeterminación, llegó a todas las formaciones políticas nacionalistas, que radicalizaron sus posiciones en este terreno y que han dado lugar a que el debate del derecho de la autodeterminación, de la independencia, se haya instalado de manera definitiva en la política catalana y que se haya multiplicado mediante la celebración de numerosos referéndums ilegales en muchos ayuntamientos catalanes.

A partir de ese momento, se impulsó un nuevo Estatuto de Cataluña, proceso que ha presidido en buena medida y seguirá marcando en el futuro la política de Cataluña.

ETA es plenamente consciente de esto. Ha visto cómo su irrupción en el escenario político catalán ha sido un éxito, ha supuesto un avance en su proyecto de ruptura, ha reforzado la reflexión interna sobre hasta dónde puede ahora mismo llegar por la vía política y no por la vía de la violencia.

Y en ese viaje de ida y vuelta, el proyecto de ETA escenificado en Estella y reiterado en Perpiñán, trata de regresar al País Vasco.

Y en ese viaje de ida y vuelta ETA, como siempre, no ha cambiado de proyecto, ha avanzado en su ejecución e incluso ha favorecido que el PNV perdiera el Gobierno vasco, porque simplemente, ya no le necesitaba gobernando el País, ya no necesitaban a su competidor más importante por el poder en el País Vasco para sus planes, que podía llevar a cabo directamente mediante un proceso de negociación directa con el Gobierno de España.

De este modo, tras Estella y Perpiñán, llegó la tercera tregua, aquella que negoció el Gobierno de España y ETA, con la llegada de Rodríguez Zapatero y la Presidencia del Gobierno.

Por todo ello, insisto, ETA, no solo es una organización terrorista, sino que es un proyecto de ruptura.

No solo es una organización centrada en el País Vasco, sino que necesita el debilitamiento y la fractura del conjunto de España.

No estamos por ello, solo necesitados de una política antiterrorista, sino que se precisa una política que fortalezca la Nación, España.

He hablado del proyecto de Rodríguez Zapatero, del proyecto de ETA y es evidente que un proyecto de negociación, un proyecto de resolución de conflictos, es la necesaria y lógica consecuencia de la confluencia de ambos.

Esta negociación, aquella que se denominaba proceso de paz, se interrumpió porque ETA quiso, porque ETA no alcanzaba sus objetivos.

Pero estos procesos entre un gobierno y una organización terrorista, cuando se inician, se blindan automáticamente. Se blindan frente a las detenciones de terroristas y se blindan frente a las acciones criminales que éstos puedan cometer. Así y en este sentido, cuando finaliza la primera parte, con el atentado de la T4 del aeropuerto de Barajas, lo que le sigue es, simplemente, el inicio de la segunda parte del proceso, con otra estrategia, otros métodos, otras fórmulas, pero con los mismos protagonistas, como sucede en las segundas partes de cualquier acontecimiento deportivo.

¿En qué consiste esta segunda parte de este proceso de resolución de conflictos?

Tanto el Gobierno como ETA, han buscado deliberadamente seguir en buena medida el modelo de proceso vivido en Gran Bretaña con el IRA, han buscado lo que se llama la "ulsterización del conflicto".

Y ese es el primer gran error, la primera gran mentira de los muchos que precisan este proyecto.

Seguir el modelo del IRA, es ya de por sí, una primera victoria de ETA, algo que la banda terrorista ha buscado siempre y que constituye la primera y dañina concesión que les hace desde un primer momento el señor Rodríguez Zapatero.

En el País Vasco no hay dos partes en conflicto, ni los grupos organizados se dividen en terroristas y paramilitares, como en Irlanda del Norte.

Lo que hay en el País Vasco son víctimas y terroristas, hombres y mujeres asesinadas y hombres y mujeres que matan.

¿En qué se diferencia esta segunda parte, respecto de aquella primera, tras la llegada al gobierno de Rodríguez Zapatero?

La primera diferencia es su escenificación.

Tras una primera parte, durante la pasada legislatura en la que ETA y el gobierno se sentaron en la misma mesa, ahora estamos en una segunda fase cuya escenificación ha cambiado por completo.

La primera fase acabó con un aparente fracaso y tuvo un coste político y de imagen demasiado alto para el gobierno, aunque no perdiera las elecciones.

Por ello, en esta segunda parte del proceso, la escenificación está siendo necesariamente diferente.

Ahora, aparentemente, el gobierno no negocia con ETA. No se sienta en una mesa con los etarras.

Es necesario un trabajo previo, un esfuerzo previo en el que se trabaje permanentemente.
Esta segunda parte exige más tiempo y más sofisticación.

De lo que se trata, como una premisa esencial, es de insistir, día tras día, minuto tras minuto, en la ficción de que ETA y la izquierda abertzale son dos realidades diferentes.

Y esta tarea es esencial porque antes que después habrá que pactar y llegar a acuerdos públicos con una izquierda abertzale, bien sea directamente, bien sea a través de pactos y acuerdos en los Ayuntamientos, una vez que los representantes de ETA se cuelen en estas instituciones.

Esta es una tarea de hoy, pero que lleva tiempo desarrollándose en los medio de comunicación, porque es vital, esencial, para un proyecto de estas características.

En esta segunda parte, en su escenificación, el Gobierno o el Partido Socialista a lo sumo, mantendrá una línea de diálogo con la izquierda abertzale y con ello, se trata de crear la apariencia de que no se negocia con terroristas, sino con algo diferente, con una opción ideológica con políticos, con personas, que no han cometido crímenes, con hombres de paz como tuvimos que oír decir en su momento respecto de Arnaldo Otegui.

Por tanto, como digo, si llevar al País Vasco y a España la misma formula que al Ulster es la primera gran mentira, la segunda gran mentira es crear la ficción de dos personalidades diferentes: ETA y la izquierda abertzale.

Y esa falsa diferencia llega al punto de que, a través de sus comunicadores y de sus medios de prensa, la escenificación incluye que esa izquierda abertzale llegue a ser considerada como autónoma, incluso a veces distanciada respecto de la propia ETA, como si se tratara de dos identidades distintas.

Pura escenificación y sobre todo, una gran mentira.

La segunda gran diferencia, que supone otra concesión a ETA, dado que siempre lo ha buscado, es lo que se llama la internacionalización del conflicto.

Esta internacionalización que ETA siempre ha entendido como una forma de legitimación, de adquisición de identidad propia y de envergadura de interlocutor con el gobierno, se produjo también en la primera parte pero de otra manera.

La Fundación Henry Dunant participó activamente en aquellas mesas de negociación, e incluso se trasladó abiertamente la bondad de este proceso al Pleno del Parlamento Europeo, con la división y el bochorno que presidió aquella sesión.

Pero el actual modelo es diferente del que caracterizaba la primera parte y en este caso, se sigue estrictamente un manual, característico de un proceso de resolución de conflicto y los pasos pre-establecidos por los mediadores internacionales se siguen escrupulosamente.
Así, en esta segunda fase el papel relevante y decisivo de estos mediadores internacionales se ha acrecentado significativamente.

La entrada en el proceso de mediadores internacionales, esto es, de organismos especializados en la resolución de conflictos, les hace convertirse en los principales garantes y guardianes de que, en el proceso, se cumplan y respeten los pasos que marca ese imaginario “manual” que las partes negociadoras deben seguir.

Su presencia, no ya como meros secretarios encargados de redactar actas, sino como protagonistas, permiten esa escenificación a la que el Gobierno puede presentarse como ajeno al proceso, como si el mismo solo se desarrollara entre los mediadores internacionales y ETA, lo que supone un claro ahorro en términos de imagen política y de desgaste.

Asimismo, el papel protagonista de los mediadores internacionales, que son los garantes de que se siga ese manual, al que antes me refería, de acuerdo con los principios Mitchell, refuerzan el blindaje del proceso al que antes me refería, se encargan de que el mismo siga vivo al margen de posibles detenciones o cualquier otra circunstancia que pudiera ponerlo en peligro.

Ese es el método que se adopta en esta segunda fase. Un método que no solo garantiza la supervivencia del proceso, sino que, a la vez protege a las partes frente a costes de imagen, de rédito electoral o desgaste político, al tiempo que lo reviste de una cierta solemnidad, de una cierta legitimación a los ojos de la comunidad internacional.

Este papel, este creciente protagonismo de los mediadores internacionales, tuvo su propia escenificación con un hito fundamental dentro del proceso e imprescindible para entenderlo.

El pasado 29 de marzo en Bruselas, en el marco del Parlamento Europeo, el abogado sudafricano Brian Currin, presentaba una declaración suscrita por diferentes personalidades especializadas en resolución de conflictos, donde se marcaba una auténtica hoja de ruta para el proceso de negociación entre ETA y el Gobierno. Para entender el escenario actual, es imprescindible tener en cuenta dicha Declaración.

En ella se daba carta de naturaleza a la izquierda abertzale supuestamente independiente de ETA y proclive a la negociación y se apuntaba a la necesidad a que ETA declarase ese alto al fuego permanente y completamente verificable.

Lo que ha ocurrido a partir de entonces estaba ya en esa Declaración de Bruselas.
La propia Declaración responde al manual propio de un proceso de resolución de conflictos y a partir de entonces, las dos partes, Gobierno y ETA, que no la Izquierda abertzale, cumplen estrictamente con los papeles designados por los mediadores.

Los papeles de ambos respecto al proceso son radicalmente diferentes. ETA, la izquierda abertzale, sus medios de comunicación, tratan de realzar, destacar, agigantar, la trascendencia y el hecho mismo del proceso.

El Gobierno, esto es, la otra parte del proceso y muchos medios de comunicación que le apoyan en esta iniciativa, tratan de esconder, ocultar, ensombrecer la existencia del mismo.
Papeles diferentes, incluso opuestos, pero ambos dentro del proceso, porque de lo que se trata es de mantener sus respectivos soportes sociales, diciendo y afirmando lo contrario.
Unos hablan de la apertura de un nuevo ciclo político que les aproximará a la independencia, que el sistema autonómico y constitucional ha sido ya derrotado.

Los otros, hablan de que todo lo que se produce se debe a la extrema debilidad de ETA y a que los demócratas estamos ganando.

Un proceso de negociación con las características que he descrito, es también, y sobre todo, un proceso de gestos.

Esta es otra de las características esenciales.

Los gestos forman parte de esa escenificación a la que antes me refería; y ese lenguaje de gestos ha sido constante en los últimos meses, antes y, sobre todo, después de la Declaración del 29 de Marzo.

Ha habido gestos por parte del Gobierno desde entonces - de política penitenciaria, de declaraciones y calificativos generosos hacia los presos de ETA - que confirman el proceso.

El silencio del Gobierno, su no crítica hacia la irrupción de los mediadores internacionales, en los últimos días, confirmo el lógico protagonismo del Gobierno, en un proceso de estas características.

Y, por supuesto, ha habido gestos por parte de ETA, a través de sucesivos comunicados.
Es verdad que el primero de ellos, el del pasado 5 de Septiembre, cuando confirmó la existencia de una tregua desde hace meses, se hace desde un inequívoco tono malhumorado.

Un comunicado escrito a regañadientes, con pocas ganas, como refunfuñando hasta el extremo que provoca inquietud al Gobierno, que, por cierto, de forma lamentable, lo califica de "insuficiente".

Y era así, porque lo que estaba haciendo ETA con ese comunicado, con esta nueva tregua, era responder al manual, a las reglas impuestas por los mediadores internacionales, más que realizar un acto de auténtica voluntad.

El pasado domingo, ETA hacía público un nuevo comunicado. En él utiliza un lenguaje más épico y menos malhumorado.

Lo que es más importante, muestra de manera más clara sus cartas; alude expresamente a la Declaración de Bruselas del 29 de Marzo, subraya un afán de internacionalizar el conflicto, apuesta por la negociación y alude expresamente a la verificación internacional de su alto al fuego.

Por tanto, sigue de manera estricta las demandas que le marcaba esa Declaración de Bruselas, incluso su lenguaje.

Respeta, por tanto, con más énfasis que en el comunicado anterior, las reglas del manual del proceso de resolución de conflictos.

Pero lo más importante, y lamento decirlo, es que a partir del mes de Marzo, el proceso se ha fortalecido porque ambas partes no sólo han consolidado sus posiciones, sino que han ampliado sus apoyos sociales.

¿Qué pasos esperan en el futuro?

Ya los sabemos y ya se está trabajando en ello por parte de la Izquierda abertzale y, por tanto, por parte de ETA.

El hito fundamental siguiente del proceso, serán las próximas elecciones locales y forales en el País Vasco y Navarra.

Todo lo que hace ETA es porque necesita volver a los Ayuntamientos y Diputaciones y, para ello, necesita estar presente en las listas electorales, aunque sea en listas conjuntas con otras formaciones, como puedan ser E.A. y Aralar.

Y el Gobierno tendrá que cumplir con su parte, como es permitir ese presencia del entramado etarra en dichas listas y, por tanto, en las instituciones.

Uno de los problemas que sin duda tendrá ETA, probablemente el más difícil de resolver, radica en la dificultad de controlar, tutelar ese polo soberanista, en el que comparte presencia con E.A. y Aralar.

Ese será el siguiente hito esencial para la supervivencia del proceso. No será su final, porque entre otras consideraciones, ETA tendrá que analizar los resultados electorales del polo soberanista, de la evolución interna del mismo y de los pactos post-electorales que sea capaz de establecer el mismo.

ETA, en definitiva, medirá el grado de poder que le proporcione esa vuelta a las instituciones municipales y forales.

Si ETA considera razonable y esperanzado el grado de poder tras las urnas, el proceso continuará y tendrá, sin duda, un segundo hito en la proximidad de las elecciones generales próximas.

Llegado a este punto, permítanme una consideración.

Nos encontramos ante dos debates diferentes.

El primero, centrado en la existencia o no del "proceso"; y el segundo, localizado en la eficacia o no del mismo.

Me van a permitir que, respecto del primero, afirme y reitere mi absoluta certeza y convicción de que este proceso constituye una realidad.

Es inconcebible que una declaración formal apoyada por personalidades de prestigio internacional, incluidos Premios Nobel, y por fundaciones y organizaciones como las que firman esa declaración de Bruselas sólo exista a demanda o al servicio de ETA. Es inconcebible la existencia de esa Declaración sin el apoyo, el impulso o el visto bueno, más o menos expreso, del Gobierno de España.

Respecto de la eficacia o no del mismo, permítanme que les traslade, esta vez, mi opinión, de que los que hoy apoyan este proceso no son conscientes de la gravedad y de las consecuencias que acarrea, en la España de hoy, favorecer un proceso de éstas características.

ETA es un proyecto de ruptura, que no va a desaparecer hasta que esta ruptura sea considerada por la organización como irreversible.

De lo que se trata en este momento es de tener claro que el proceso existe. Que no es un proceso que tenga exclusivamente como partes a ETA, a esa izquierda abertzale en supuesta tensión con la propia ETA y a los mediadores internacionales, sino que también implica al propio Gobierno. Que los gestos — las declaraciones de tregua, los comunicados, las posibles presencias de mediadores en instituciones internacionales como el Parlamento Europeo que se puedan repetir en el futuro, etc. — no son sino pasos obligados de esa hoja de ruta, de ese manual del proceso. Y, sobre todo, que para ETA este proceso no supone un cambio de su proyecto sino sólo un cambio de su estrategia. ETA sigue buscando la fractura de España, lo mismo que ha buscado siempre.

La única diferencia, la principal razón por la que ETA entra en este proceso, es que, ante la debilidad de España, la opción política para el logro de su objetivo se le antoja más eficaz que en otros momentos. La debilidad a la que ha conducido España ese proyecto relativista de Zapatero hace que ETA considere que ahora más que nunca tiene mayores posibilidades de lograr sus objetivos por la vía política en lugar de por el mero uso de la violencia. Es lógico que, cuanto más patas arriba ve ETA a España, más opte por vías políticas para la persecución de sus objetivos.

Pero es que, además, qué duda cabe que, al margen de la situación de debilidad interna de España, hay acontecimientos en el escenario político europeo que alientan a ETA. Para ETA y para la izquierda abertzale, situaciones como lo que ha ocurrido en Kosovo o la crisis que se está viviendo en Bélgica, como una fractura entre valones y flamencos que conduce al país a un nuevo modelo de confederación, son referentes alentadores y que sin duda serán esgrimidos y utilizados en esta larga ofensiva nacionalista.

Ése es mi diagnóstico de la situación. Ése es el escenario en que los hechos demuestran día a día que nos encontramos. ETA no ha cambiado. ETA nunca cambiará, más allá de sus métodos o estrategias. Y este proceso, de una u otra manera, acabará fracasando. Pero, en su desarrollo, lo que no podemos permitir es que tenga un coste demasiado alto para España. No podemos abrir la puerta de las instituciones democráticas a ETA. No podemos permitir que ETA haga girar la política vasca en torno al debate sobre la independencia. No podemos permitir, en definitiva, que ETA siga avanzando en su proyecto de fracturar España simplemente porque tenemos un Gobierno que se lo pueda permitir, que por intereses espúreos deje crecer ese debate, que no defienda con la debida firmeza la fortaleza del concepto de nación como algo indiscutible y necesario para España.
Y, como ya dije en el año 2005, en este mismo foro: ’no dejemos ahora que, 35 años después, mil muertos después, la ruptura y la desmembración se impongan, como si nada hubiera ocurrido en la historia de España desde 1975’.

En España, a lo largo de estos años de Gobierno de Rodríguez Zapatero, se ha abandonado la verdad en la política, la verdad como un valor fundamental e irrenunciable en la forma de hacer política y de gobernar. No se nos ha dicho la verdad en muchas cuestiones fundamentales, como la economía o la política antiterrorista. Nuestro deber, el de todos, es que en este tema, como en todos, exijamos por encima de todo del Gobierno que nos diga la verdad, que no juegue con nuestro futuro como Nación desde la mentira.
España va a exigir un proyecto político alternativo de regeneración y rectificación: no un simple cambio de siglas del partido en el Poder. Porque la crisis que vivimos es esencialmente de valores. Este es nuestro principal reto, y si tuviese que destacar la urgencia de las urgencias de este proyecto de regeneración y a su vez de rectificación, es la recuperación del valor de la verdad.

A mi juicio, la verdad es un valor irrenunciable. Yo hago mi diagnóstico sobre el problema del terrorismo desde la defensa de la verdad. Y eso me supone recibir críticas, a veces feroces y despiadadas. Eso me supone quedarme en ocasiones solo en ese diagnóstico. Nadie ha dicho que la verdad sea un terreno ni fácil ni cómodo. Pero hacer un diagnóstico, hacer política, desde la verdad es un deber moral.

A lo largo de 35 años en que me he dedicado a la vida pública, he aprendido pocas cosas, pero les aseguro que algunas las he aprendido bien. Una es que hay que defender aquello en lo que se cree, sin temor y sin miedo ni a las mayorías dominantes ni a la soledad.

La otra es que decir la verdad una vez es sencillo, no exige un gran esfuerzo.

Decir la verdad muchas veces es agotador, cansado, a veces difícilmente soportable y, en muchos casos, te lleva a ponerte en el punto de mira de quienes quieren imponer sus falsas verdades sobre cualquier voz discrepante.

Pero decir siempre la verdad, es un calvario, aunque también la única manera de hacer frente a esos mismos que tanto desearían nuestro silencio.

Alumno Bono: suspende usted Historia y Matemáticas

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la votación en el Congreso de los Diputados de la Ley de Economía Sostenible sirvió de incomparable marco para que el presidente de la Cámara, señor don José Bono, diese una lección magistral sobre la historia de España y dejase manifiesta constancia de sus amplios conocimientos matemáticos. Boquiabierto me hallo todavía ante tal despliegue de sabiduría, que dudo mucho sea capaz de transmitir a los amables lectores de Batiburrillo. A pesar de todo, en flagrante ejercicio de temeridad habida cuenta de la profundidad de lo expuesto por Bono, intentaré hacerlo.

Se refirió don José en su discurso al bicentenario de las Cortes de Cádiz, entendiendo de tal trascendencia la alocución con la que iba a ilustrar a los señores diputados que decidió conferirle el rango de declaración institucional. Inició Bono su perorata recordando la importancia de la fecha a la vez que rendía un cálido homenaje “al verdadero protagonista de nuestra historia, que es el pueblo español; un pueblo que entonces comenzó una andadura constitucional en la que para su desdicha la libertad iba a ser lo excepcional”. Me permito en este punto hacer un necesario inciso, entendiendo el lógico enfado de los lectores al privarles del disfrute de las bellas palabras de don José: debe recordarse que en la jerga socialista la palabra “pueblo” no engloba a la totalidad de la ciudadanía, se refiere única y exclusivamente a aquellas personas que profesan ideas de izquierdas; asimismo, la palabra “libertad” en boca de un dirigente socialista puede llegar a tener cualquier significado.

Continuó Bono su amena disertación recalcando que “dictadores, monarcas y generales poco patriotas proporcionaron el triste resultado de que en los 166 años que van desde la Constitución de Cádiz a la promulgación de la vigente Constitución el pueblo español sólo ha disfrutado de 16 años completos de libertad”. Consciente Bono de su abrumadora superioridad intelectual sobre el común de los mortales y sabedor de que no todos poseemos su privilegiado cerebro, no quiso asumir el riesgo de que no se hubiese entendido lo previamente expuesto y consideró oportuno repetirlo de forma simplificada: “Las cifras son bien sencillas de recordar: 166 años y tan sólo 16 de libertad”.

Lamentablemente, no discriminó Bono en su interesante parlamento cuales habrían sido los 16 años de libertad y los 150 de opresión entre 1812 y 1978, lo que me obliga a practicar un dificultoso ejercicio de imaginación intentando decodificar lo expuesto por el presidente de la Cámara Baja (joer, Policronio, esto es deporte de alto riesgo; espero que el jamón navideño sea de los buenos). Conjeturo que Bono interpretará como “años de libertad” los correspondientes a la Primera República (un año y medio), el Trienio Liberal, el Sexenio Revolucionario y la Segunda República (cinco años). La suma en principio parece correcta. El problema es que, desde la singular óptica de Bono, ni todo el Sexenio Revolucionario ni buena parte de la Segunda República (el propagandísticamente conocido como “Bienio Negro”, durante el cual los correligionarios de Bono se alzaron en franca insurrección armada) podrían conceptuarse como “años de libertad”; y así los 16 años, por arte de magia, se truecan en bastantes menos. Podría considerar Bono como “años de libertad” el período entre 1936 y 1939, pero en tal caso (desde su perspectiva) sería exclusivamente en la España frentepopulista sojuzgada por el amo soviético donde se hubiese disfrutado de tanta libertad. Quizá así saliesen las cuentas, pero tal teoría suena demasiado rebuscada y debe ser descartada al no afectar a la totalidad de los españoles. Los 16 años sólo existen en la imaginación del señor Bono, lo que me lleva a concluir que presenta graves carencias en cuanto a conocimientos históricos y habilidades aritméticas.

En virtud de lo anteriormente expuesto, y tras la exposición del señor presidente del Congreso sobre historia, cálculo y libertad, lamento tener que comunicarle al alumno Bono que suspende las materias de Historia y Matemáticas. No obstante, don José, puede usted tranquilizar a su familia: su concepto sobre la libertad le hace merecedor de las más altas calificaciones en Educación para la Ciudadanía. Además, al igual que la plana mayor de su partido con Zapatero a la cabeza, no tendrá que repetir curso: me causa enorme regocijo poder participarle que merced al sistema educativo vigente promociona usted por imperativo legal.

sábado, 25 de septiembre de 2010

La ideología de ZP en una simple frase

Hay que reconocer que Zapatero es el gran maestro de esa ideología farisea que lo supedita todo a un único fin: El poder. Alcanzarlo “como sea” o mantenerlo a cualquier precio. Sólo un fulano así, cargado de muletillas de significado hueco que comienzan siempre por la palabra “diálogo”, lo que en su caso equivale a darle largas al opositor, es capaz de resumir en una simple frase toda la profundidad de su ideario político: "La foto es lo más importante". Sí, unas fotos que Zapatero ha buscado desde siempre, emparejando sus expectativas de mando al grado de popularidad que ofrecen las imágenes entre los votantes que poco o nada se cuestionan. Por lo que no ha dudado a veces en viajar miles de kilómetros en busca de una imagen de gran calibre, cada vez más difícil de lograr porque ya se le comienza a considerar un apestado. La estulticia nunca sale gratis.

Tal fue el caso de ese desayuno del "Día Nacional de Oración" al que acudió ensayando poses de contrición en los pocos ratos que dejaba de especular con los votos que le aportaría la foto. Sí, fue un vuelo trasatlántico de ida y vuelta en el que no dejó de relamerse. Por otra parte, se trataba de un desayuno que incluía el aditamento del rezo, faceta de no poco mérito en quien presume de anticristiano y que define a Zapatero como un experto tramoyista. De otro lado, el rezo aludía a la nación norteamericana, por supuesto, que tampoco hay que pasarse si se trata de resolver a favor de la española, siempre "discutida y discutible". ¡Vivir para ver!

Ahora se ha dado una nueva edición de la foto buscada con desesperación, precisamente con un tirano al que cualquier político honorable le huiría como de la peste. Me refiero al déspota Mohamed VI, número seis de los opresores con el mismo nombre que ha padecido Marruecos. Al decir de la Pajín, se trataría de otro encuentro galáctico, o ultragaláctico, que uno no sabe ya en qué parte del Universo se reúne ZP con lo más granado de sus amigachos, esos sujetos ajenos a toda idea democrática a cuya “conjunción” se la denomina hoy “Alianza de Civilizaciones” y que, evidentemente, también son “más que un club”.

Un club destinado al alterne de los totalitarios, ¡puto puticlub!, ya que al reunirse entre ellos en un continuado vis a vis obsceno quieren ofrecerle al mundo una imagen —de nuevo la imagen— de lo más cosmopolita y “dialogante”, es decir, pretenden dar la apariencia —de nuevo la apariencia— de que existe una cola de espera entre los mandatarios internacionales serios, que también los hay, para arrancarles a los 'alianzados' una entrevista de Estado. Tal sería el caso del pirómano de la Moncloa, de quien se cuenta que a su secretaria jamás le pide la agenda de las medidas legislativas que precisan ser impulsadas o la relación de los proyectos destinados al siguiente Consejo de Ministros, sala en la que toda improvisación tiene su asiento, sino que nuestro hombre reclama el álbum de las fotos que ya se ha hecho, como si de un coleccionista de sellos se tratase, a fin de saber cuántos huecos le quedan por llenar en encuentros no multitudinarios tipo Unión Europea o Cumbre de Países Ibéricos. Eso sí, lo hace a sabiendas de que la colección difícilmente podrá completarla, ya que cualquier mandatario que al mismo tiempo sea un estadista y valore la democracia le evitará con todo desprecio. De ahí que las fotos con los tiranos las tenga ‘repe’.

“Horas bajas de Ángel Luna y el PP que estudia llevarle ante la Justicia”

Agustín Ferrer.-
El portavoz del PSPV en Les Corts está salpicado de sopechas y no ofrece explicaciones convincentes. El PP estudia presentar una querella contra el diputado socialista.

Ángel Luna vivía una segunda juventud política tras acceder, de manera abrupta por la dimisión de Joan Ignasi Pla, a la portavocía en Les Corts del PSPV. Su paso por la política valenciana había sido discreto porque a pesar de conquistar la alcaldía de Alicante, su mandato quedó limitado a una única legislatura “gracias” a una más que mediocre gestión. Su labor como síndico valenciano en el parlamento autonómico arrojaba más sombras que luces por su particular manera de entender la política, a la gresca, y unas malas artes que le habían conducido incluso a exhibir en sede parlamentaria un informe policial sujeto a secreto de sumario. Unos hechos graves de los que jamás dio cuenta. Y es que Luna aplica el “todo vale” con tal de dañar la imagen del PP de Francisco Camps y ha enarbolado tanto la bandera de la ética, estética y honorabilidad que ahora le va a pasar factura.

El incisivo, diría mejor hiriente portavoz, pese a conducir Les Corts a la crispación y olvidar debatir los problemas reales que afectan a la Comunidad Valenciana (o quizás por ello) ha contado siempre con el beneplácito de los medios de comunicación afines al PSOE, fundamentalmente Prisa pero también los de Jaume Roures, que se han convertido en el altavoz del ruido que montaba en cada sesión de control o jornada en Les Corts. El brazo incorrupto de la oposición, Luna, el de la “tolerancia cero” contra la corrupción política, el que impulsa y firma manifiestos contra la mala praxis política… este mismo dirigente se ve salpicado de lleno en un turbio asunto que le relaciona precisamente con uno de los empresarios “malditos” para los socialistas. Ángel Luna es ahora esclavo de unas palabras que le pesan tanto que le hunden en el fango.

Y efectivamente, la semana ha sido dura para un Luna que ha permanecido desaparecido a excepción del momento en el que tuvo que ofrecer obligadas, tibias y ambiguas explicaciones sobre las obras que realizó Enrique Ortiz en su vivienda y que sonaron más a excusa de mal pagador –nunca mejor dicho- que a las contundentes aclaraciones que él viene reclamando al PP en todo lo relacionado con la trama Gürtel. Se da además la rocambolesca circunstancia de que Ángel Luna no es capaz de aportar unas facturas relacionadas con el pago de sus obras. ¡Esas facturas que tanto reclama para los trajes de Camps! Pero en su caso el portavoz socialista le resta importancia y hace gala de una doble vara de medir que particularmente me parece nauseabunda e inmoral.

Mientras tanto en el PP no salen de su asombro. Tampoco en el Gobierno valenciano. Su portavoz, Paula Sánchez de León, asegura que “Ángel Luna representa el mayor caso de cinismo político”. Pero los populares quieren ir más allá y preparan una querella contra el portavoz socialista: “Tengo conocimiento de que hay voluntad de presentar una querella por parte del PP, se estará estudiando por los servicios jurídicos y cuando esté ultimado y visto se presentará”, así se ha expresado este viernes Sánchez de León. Se avecina tormenta para el ex alcalde de Alicante.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿A quiénes prefieren los valencianos para irse de cañas?

Una alcaldesa y un actor, ambos de la tierra, son las personas con la que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana se irían a tomar unas cervezas para charlar tranquilamente.

Sigo con mi intención de refrescar el ambiente periodístico, justo cuando más aprieta la canícula por tierras valencianas y en el día que se conoce que Mariano Rajoy proclamará a Francisco Camps como candidato en un gran acto previsto para septiembre, y trato de llevarles a ustedes temas más llevaderos en estos días de esperado asueto. Así que pese a que sin esforzarse demasiado podemos encontrar actividad política de sobra noticiosa, hoy mejor nos vamos a ir de cañas que, no obstante, es una de nuestras más saludables y sociales costumbres. Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana tienen muy claro, además de lógicamente con los suyos, con quién o quiénes se irían a tomar unas cervezas y optan mayoritariamente por gente de la tierra.

Lo tienen claro los valencianos a la hora de elegir la persona con la que compartir unas cañitas –esperemos que se puedan degustar, José Luis Rodríguez Zapatero y Elena Espinosa mediante, en unos playeros chiringuitos- porque por tercer año consecutivo la elegida para tal placer es la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Ella, quizás por su enganche y personalidad, es la elegida por los vecinos de la Comunidad Valenciana como compañera ideal de cañas. La cercanía de la sempiterna alcaldesa de la capital del Turia sigue seduciendo a los valencianos que responden a la pregunta "¿Con quién te irías de cañas?" formulada por Cerveceros de España. Una encuesta ya habitual en los últimos años.

Pero además de Barberá otra persona copa las preferencias de los valencianos. El segundo en el singular ranking es el actor castellonense Miguel Ángel Silvestre, más conocido por el sobrenombre de su personaje en la serie que le lanzó a la fama "El Duque". El guapo entre los guapos es la segunda persona con la que los valencianos se irían de cañas… En tercer lugar, y para que luego digan que nadie es profeta en su tierra, los encuestados eligen a la presentadora de televisión Nuria Roca. Siguiendo en la terna televisiva (y de gente de la tierra) el cuarto puesto es para el valenciano Pablo Motos al que sigue, de cerca, el showman Arturo Valls. Todo queda en casa porque en el sexto, y dejando la televisión para volver a la política, se encuentra el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

Así que, para recapitular, y además de las seis primeras posiciones, según esta cervecera encuesta, los ciudadanos de la Comunidad Valenciana para tomar unas cañas prefieren la compañía de los rostros conocidos de la televisión (30 por ciento), seguidos de cerca por los deportistas (27 por ciento) y también de los cantantes, con 17 por ciento de las preferencias.

jueves, 20 de mayo de 2010

En cuanto al sentido común, a Javier Bardem no le ha tocado ni la pedrea

En relación al juez Garzón, Javier Bardem ofrece unas declaraciones que inicia con esta frase: ‘Creo que mi postura es de sentido común’. Que es el menos común de los sentidos, obviamente, y del que podría asegurarse que a Bardem no le ha tocado ni la pedrea. Luego añade: ‘Que Falange Española lleve al banquillo a un juez por investigar los crímenes del franquismo es algo terrible y retrógrado’. Este pobre comunista millonario, en su ‘progresista’ e interesada ignorancia, no parece que haya tenido en cuenta un pequeño detalle: A Garzón no se le procesa por investigar crímenes del franquismo, sino por haberse tomado alegremente una potestad judicial que no poseía aun cuando el fiscal de la Audiencia Nacional, entre otros muchos, le advirtieran de ello.
Por otra parte, Falange Española es un partido legal con plenos derechos al que solamente los que poseen la mentalidad totalitaria de los comunistas le niegan toda capacidad para acudir a los tribunales. Ya sabemos que los miembros de FE, por el simple hecho de pertenecer a esa formación política, deberían ser procesados y condenados a largos años de prisión. Como también sabemos que si algo así estuviera en manos de Bardem, o gente de su misma calaña, no dudaría ni un segundo en intentarlo. Al respecto me gustaría decirle, a modo de comparación, que el Partido Comunista, de no disfrazarse en todas las elecciones, no iría mucho más allá en el aprecio de los demócratas que los 398 grupúsculos que se amparan en las siglas de Falange o similares. Ya no hablemos si aquí contase el historial criminal de los partidos, en cuyo caso deberíamos sopesar muy seriamente lo que hicieron en Alemania con los comunistas: ilegalizarlos. De donde se deduce que la sartén no debe pedirle nunca al cazo que se retire para no tiznarla, ya que entre totalitarios anda el juego. Eso sí, algunos juegan desde la tribuna de la hipocresía, como sucede con los rojos millonarios a lo Bardem.

Nuestro hombre concluyó su verborrea sectaria con esta sentencia digna de una inscripción lapidaria (en granito rojo, naturalmente): ‘Las dos Españas existen, lo vemos todos los días’. ¿Existen, o andas loco por que existan para que os salgan las cuentas de la radicalidad? Pues mira, querido, es posible que no te falte razón, si bien no se trata de las dos Españas a que tú te refieres. En realidad existe la España de los trabajadores, cuando aún disponen de algún trabajo (lo que ocurre cada día en menor proporción gracias a tus ídolos rojos), y existe la España de los subvencionados y cejateros, que son los que no han trabajado en su vida y se dedican a todas horas a buscar falsos iconos, como por ejemplo el de Garzón (presunto prevaricador al cubo, además de chorizo), destinados a ser sacados a hombros en las manifestaciones orgiásticas que os caracterizan en las vísperas electorales y que practicáis a modo de agitación y propaganda en sustitución de un programa electoral que jamás pensáis cumplir. ¿Te ha quedado claro, farsante?

Leire Pajín reconoce su idiocia


No sé si será por el excesivo trasiego de ron cubano o por la proximidad con lo más granado de la intelectualidad interplanetaria, el caso es que “Mamona con el Puño en Alto”, que así sería llamada la prócera en el idioma castizo del Idaho del siglo XV, quince, para los alumnos logsianos, acaba de reconocer públicamente que un acto ordinario de la justicia destepaís le parece incomprensible.

Claro, que a mí también me parece incomprensible que una señorita de su talla se lleve a su casa veinte mil euritos al mes, y a nadie se le ocurre llamarme idiota por ello. ¿Por qué será?

martes, 4 de mayo de 2010

Al socialista Barreda le tiemblan las piernas y se apoya en mentiras


José María Barreda, el político socialista que preside el gobierno de Castilla-La Mancha, parece desesperado ante las expectativas electorales si juzgamos su actitud a partir de sus numerosas mentiras sobre el tema del agua, bandera electoral que aún no ha arriado a pesar de quedar paralizado el nuevo estatuto. De ahí que un día sí y otro también, aun cuando el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (otro socialista, no lo olvidemos) le dejó por embustero, insista una y otra vez en hablar de ilegalidades en Murcia a cuenta del agua del Tajo. Sea en los campos de golf, sea en 20.000 hectáreas de regadíos extras que de repente han aparecido en Murcia.

Naturalmente, el gobierno regional de Murcia, que no ejerce en absoluto de pusilánime, prepara una respuesta adecuada a la campaña de Barreda. Uno de los consejeros más combativos del ejecutivo de Valcárcel, Antonio Cerdá, lo ha anunciado así y adelanta estos argumentos:

“Antonio Cerdá salió ayer al paso de «las mentiras» de Barreda y advirtió de que el Gobierno murciano no se va a estar quieto viendo «cómo se manipulan los datos y se intoxica a los ciudadanos». «Nuestra vecina Comunidad recibe otros trasvases diarios fruto de la solidaridad de toda España, como es la energía que le llega, las subvenciones agrícolas para sus explotaciones y el pago de las jubilaciones de sus ciudadanos, ya que según la caja de pensiones Castilla-La Mancha es deficitaria. Además, tenemos que sufragar el canon de sus huertos solares. Por contra, nosotros pagamos por el agua que recibimos, nuestra agricultura no está subsidiada y la gestión del agua es un ejemplo mundial», señaló Cerdá. «El Gobierno de Barreda aún no ha explicado dónde han ido a parar los más de 25.000 millones de pesetas que ha recibido su Comunidad como indemnización por los trasvases. Esperamos que no lo hayan invertido en viviendas», concluyó”.

jueves, 22 de abril de 2010

La dirección general del PSOE ultima el finiquito de Alarte resignándose a otra guerra

La dirección Federal del PSOE celebra reuniones entre destacados barones socialistas valencianos para analizar la situación del PSPV y buscar un recambio a su secretario general.

Las encuestas, las dichosas encuestas, son absolutamente demoledoras, autodestructivas para ser exactos porque son de encargo propio, para el futuro político del secretario general del PSPV, Jorge Alarte. Los sondeos –pese a los esfuerzos del presunto prevaricador Baltasar Garzón- no pueden ser más desalentadores para la formación de José Luis Rodríguez Zapatero en la Comunidad Valenciana, región en la que no sólo volverían a ser derrotados (por goleada) en su lucha por la Generalitat; también verían mermado su poder municipal con la pérdida de alcaldías tan significativas como Elche y su continuidad en la oposición en las tres grandes capitales. Una panorama dramático, el de proyección de voto, al que hay que sumar los problemas orgánicos que arrastra este partido desde el año 1995 en el que Eduardo Zaplana venciera a Joan Lerma en la carrera al Cosell.

Problemas internos porque Alarte está cada vez más solo. Ha perdido el respaldo en Madrid, fundamentalmente el de su valedora Leire Pajín, pero también vive en una especie de purgatorio en su deambular diario por la Comunidad Valenciana. Ferraz –en esto sí están de acuerdo tanto Pajín como Pepe Blanco- ha dictado sentencia y baraja nombres para su recambio e incluso ha iniciado una rueda de contactos con socialistas que estarían dispuestos a coger la batuta electoral, para enfrentarse a Francisco Camps, que dejaría el ahora secretario general. Unas reuniones que vendrían celebrándose en Madrid de forma discreta y que estarían impulsando, según comentan fuentes socialistas al El Semanal Digital, tanto Lerma como Leire Pajín que ya han asumido que es la hora de la verdad y de “finiquitar” al líder del PSPV.

La dirección federal del PSOE es partidaria de pensar que con trabajo, es verdad que mucho, aún hay tiempo para enderezar los negativos sondeos y afrontar así con mínimas garantías las elecciones en la primavera de 2011. “Trabajo” es la palabra clave porque si algo le achacan a su Jorge Alarte es su poca capacidad de sacrificio en el ejercicio de sus funciones orgánicas y como oposición al PP, una situación que –a juicio del propio PSOE- ha llevado a su partido a estar cada vez más alejado de la realidad social y electoral de la Comunidad Valenciana. Una decisión, la del recambio, que está más que madurada por Ferraz que ha tenido que sopesar meditadamente las consecuencias de un relevo cruento. Habrá guerra interna, sí, pero nada más perjudicial que “suicidarse” con la continuidad de un muy desprestigiado candidato.

¿Y quién o quienes serían los aspirantes?, Madrid sabe que serán muchos los nombres que se postulen pero uno de ellos cuenta con la ventaja añadida de estar siendo conservando y mimando entre algodones: Francesc Romeu es el elegido por Blanco. Tendrá competencia dura (Ximo Puig, Ana Noguera y otros reconocidos socialistas) de gentes que quieren aspirar a la presidencia de la Generalitat pero el asunto de la competencia no le asusta demasiado a un Ferraz que está ya resignado a vivir nuevos capítulos de guerra fraticida entre los socialistas valencianos. Largo y arduo camino tienen por delante los socialistas siendo consciente de ello porque, entre otras cuestiones, los sondeos que manejan son todavía peores para ellos de los que han hecho públicos en el PP. Se avecina catástrofe.

miércoles, 21 de abril de 2010

Otra vez el Falcon

En aquel gobierno de Felipe Gonzalez, fue Alfonso Guerra el que para regresar de Lisboa a España, lo hizo en un avión Falcon del Ejercito español y aquel viajecito de cojones, le costó a los españoles, unos cuantos miles de euros (entonces pesetas) y que evidentemente, nadie ha recuperado.
En estos días, el espacio aereo europeo estaba cerrado por la nube de ceniza volvanica procedente del volcan situado en Islandia y que ha creado un caos para todo el que queria viajar por motivos profesionales, turismos, o para regresar a sus hogares. Pero canicas, había un señor que no podia ser como cualquier otro y buscar algún medoi económico para regresar a España.
Este señor, no es más que otro cara dura que está instalado en las poltronas del Gobierno y que además, se ha demostrado que le gusta derrochar dinero de los ciudadanos, como el de entregarle ciertos miles de millones a la empresa de su hijita amada y querida. Este señor, es el cara dura de Chaves.
Pues bien, el señorito estaba en Bruselas y tenia que regresar a España y como era imposible hacerlo en avión por las razones ya expuestas, solo se le ocurre llegar hasta Lyon en coche o en tren (no se ahora muy bien), pero desde la ciudad francesa, hasta Madrid, el sinvergüenza, llama y pide que le lleven un Falcon a Lyon que le regrese a Madrid, porque él es un vicepresidente del Gobierno y tiene que gastar el dinero de las arcas de los ciudadanos.
¿Se puede tener menos verguenza que gastar el dinero, miles de euros que cuenta este viajecito, por loq ue supone los gastos de mantenimiento del Falcon, de los contribuyentes de una manera tan desvergonzada? ¿No hubiera podido continuar el viajecito en coche, pues de Lyon a Madrid sólo son 2.500 kilómetros, como hubiera o han hecho más de un ciudadano?
Estos cara duras, se dedican a pedir que la gente sea comedida en sus gastos,que sean austeros y no derrochadores, pero Manolo Chaves si puede gastarse ese dinero del contribuyente.
¿En que sociedad política vivimos? Estos son una manada de sinvergüenzas que vana dejar el País hecho unos zorros, pero bueno que sigan en ese camino, porque las elecciones están ya próximas y el PSOE va a verse con el culo escocido de tantoq ue lo apretaran a la poltrona para no soltarla. En esto, diremos que la perdida de votos en el 2011, será la antesala de lo que le espera a este Gobierno de mangantes en las generales del 2012.

El genoma mutante de Zapatero (Por José Antonio Sentis)

Aznar ha heredado de sus antepasados la principal de las habilidades periodísticas: hacer titulares. Como ahora no tiene que dedicarse a la política, puede hacer malabarismos con ella. El acierto de su diagnóstico sobre el “ADN socialista español” es indiscutible: “El paro, la crisis y el despilfarro”.

En Veo 7, Juan Fernández Miranda, periodista joven y de fuste, me preguntó si estaba de acuerdo con ese plantamiento. Supongo que podría haber contestado que, siendo brillante, no deja de ser obvio. Pues es evidente que el Gobierno socialista de Zapatero ha sido el campeón del despilfarro, ha saludado impávido la multiplicación del paro, y ha demostrado una incompetencia palmaria ante la crisis.

Pero me preocupó más explicar el magnífico titular del genoma del PSOE. Porque no es normal que cuando el PSOE llega al poder, las cuentas públicas se echan a temblar. A fin de cuentas, se supone que son gente que algo habrá estudiado (no todos, ya sé); que alguna experiencia de gestión puede tener (no mucha, también sé); o, como mínimo, que algo podría aprender cuando llega al cargo.

Pero no hay manera. Mientras la caja está llena, los socialistas españoles se mueven con gran soltura, pues añaden su infinita capacidad de propaganda a la capacidad de financiarla. Pero apenas dura un suspiro. El tiempo en que el viento deja de soplar en las velas. Y, a partir de ahí, todo es naufragio. Y, como nada hicieron para que las cosas fueran bien, nada saben hacer cuando se tuercen.

¿Cuál es, entonces, la composición del gen de los neosocialistas hispánicos? Que, por no saber, no saben ni siquiera las bases de la socialdemocracia, aunque aparenten guiarse por ella. El lobby de Zapatero ha estado tan obsesionado por la República que se le olvidó repasar algo bastante más cercano: el congreso de Bad Godesberg, donde los socialistas alemanes decidieron inventar la socialdemocracia, es decir, la combinación de ideas originalmente socialistas sobre el reparto equitativo de la riqueza con la economía capitalista de mercado procedente del liberalismo. O, lo que es lo mismo, la fórmula para lograr un liberalismo corregido o humanizado, sin perder simbólicamente la presunta bandera socialista. Aunque, por supuesto, la encerraran en una vitrina, pues ya había demostrado su fracaso en la Rusia soviética.

Zapatero quiere mandar, por eso, en un cuerpo liberal de mercado, con alma de socialismo liberador. Con la segunda, no sabe cómo gestionar el primero. Y con el primero sólo sabe pagarse las rondas de subvenciones, donaciones y derroches electoralistas que le pide la segunda.

Cuando Zapatero y los suyos se enfrentan al paro, sólo piensan en una cosa: cómo pagar el desempleo. Y eso, que no es malo en sí, tiene un problema. Que no piensan en cómo evitarlo. Para el alma socialista de Zapatero, la injusticia es no pagar el desempleo, sin atender que lo verdaderamente injusto es que el paro llegue a producirse. Por eso, los modernos socialistas españoles se apresuran a consolarse con cuatrocientos euros por aquí o por allá, y piensan que lo están haciendo muy bien. Y no es que lo interprete yo: es que lo dicen ellos todos los días, lo bien que lo están haciendo.

Zapatero no entiende la creación de riqueza. Sólo entiende que, los que la tienen, tienen que repartirla. Por eso no cree que haya que liberar de impuestos a los ciudadanos para activar la economía, sino que los sube para encontrar medios para sus dádivas (que, por cierto, quedan muchas veces al nivel de ridículas limosnas). Por eso no cree en la reforma para adecuar el mecado laboral a las situaciones cambiantes o, como es el caso ahora, ante las urgencias angustiosas de la crisis. Por eso, en fin, no hace nada, porque no sabe y, sobre todo, no cree que haya que hacerlo.

Y, aún más, en lo que sí cree Zapatero es en un cuerpo financiero sólido en el Estado, y lo más estatalizado posible, y por eso toda su preocupación está en la Banca y casi ninguna en las clases medias, en los emprendedores, en las empresas pequeñas y medianas. Lo que es perfectamente compatible con lo anterior, porque si hay algo poco liberal es una institución financiera, especialmente cuando es pública.

Salvo en ese apartado económico financiero, que también tiene regusto socialista, Zapatero sólo está cómodo cuando puede desplegar su alma socialista en todo lo simbólico: la nostalgia por la guerra perdida contra el franquismo; la ensoñación por la concordia universal; la nueva frontera de los sexos liberados; el nuevo modelo de familia. Y, sobre todo, la meta histórica de un poder perpetuo para su partido y para él mismo, por pura justicia, al ser el único que se lo merece como intérprete inequívoco de los designios del destino. Vamos: el fin de la historia, pero el de verdad, no el de Fukuyama y todos los demás fascistas (del PP, por supuesto).

Entretanto, el socialismo de Zapatero purga una condena que le parece intolerable: vive en una democracia burguesa en el contexto de un mercado capitalista. Y, claro, no sabe qué hacer con la una (y por eso respeta la división de poderes del Estado de aquella manera, es decir, de ninguna manera), ni sabe cómo afrontar los problemas del otro, del sistema económico.

Ése es su genoma, donde cada cromosoma tira para un lado y ha generado una mutación política que no resistiría una mínima prueba de viabilidad. Pues los sueños de poder generan monstruos, especialmente cuando se mezclan con la pesadilla de la indigestión ideológica. Y de la incompetencia, ay, de la abisal incompetencia.

miércoles, 14 de abril de 2010

La verguenza nacional


Resulta cada vez más vergonzoso, que en este país en el que vivomos, cada vez que hay algo social, politico, económico, judicial y que se convierte en un verdadero escándalo para la izquierda, salga toda una panda de vividores, como estos actores del tres al cuarto a defenderlos.
Ejemplo claro el vivido ayer por los Bardem, Almodovar, Sacristan y otros tantos que lo único que hacen es vivir gracias a las subvenciones que les otorga el PSOE porque son incapaces de vivir por sus propios medios, ya que al cine, a verlos, no van ni sus madres y es en TVE donde nos ponen sus bodrios subvencionados.
En este país no se respeta la verdadera memoria y no hablo de la histérica provocada por ese tal ZP (otro vividor), porque histórica seria si se reconocera que en ambos bandos, durante la guerra civil española hubo sus más y sus menos y en ambos bandos hubo criminales y no solo en el bando de la derecha. Cabe recordar, como ejemplo claro, los más de 8000 muertos asesinados por la izquierda y enterrados en Paracuellos del Jarama o recordar realmente que quienes provocaron la guerra, fue la izquierda socialista que siempre procura obtener por la fuerza o por la armas, lo que no consigue obtener por las urnas.
Que Garzón debe ser juzgado, es elemental cuando tiene tres causas abiertas, una por la denuncia contra la Memoria Histórica y otras dos por prevaricación. ¿O este sinvergüenza o es igual que cualquier español? Este sinvergüenza no es ajeno a la propia justicia que imparte y no está por encima de la ley como pretende demostrar y buscando el amparo de los rojos asesinos y de la izquierda vividora de actores mediocres y mal educados, totalmente antidemocráticos.
Garzón debe ser y será juzgado y ojala suspendido de su empleo para los próximo 20 años cuando le toque jubilarse, porque el que la hace, debe pagarla y este señor, este sinvergüenza, no va a ser menos.

jueves, 8 de abril de 2010

El gran holocausto de Paracuellos de Jarama


Introducción



“¿Cómo es posible que el silencio y el olvido de quienes más obligados estaban hacia los Mártires haya caído sobre su memoria como si jamás hubieran existido? La señal de restauración plena de la Iglesia y de España sólo vendrá por la renovación de la santa memoria de estos Mártires y de todos los de la Cruzada”.

Ésta fue la grave requisitoria formulada por José Antonio García-Noblejas en la conferencia que pronunciara abriendo el ciclo cultural de nuestra Fundación el 5 de noviembre de 1986 bajo el título “EL GRAN HOLOCAUSTO DE PARACUELLOS DEL JARAMA”. El insigne conferenciante hizo un minucioso análisis de la trágica y gloriosa historia de los Mártires de Paracuellos del Jarama, el más grandioso holocausto católico de todos los tiempos sucedido en España y uno de los mayores de la historia de la Iglesia Universal. Inicua y gigantesca carnicería de hombres indefensos, testimonio de espíritu cristiano y patriótico, sacrificados sin razón ni pretexto alguno.

En el Madrid de 1936 todo estaba diabólicamente dispuesto por los órganos de poder, desde el Ministerio de la Gobernación a la Dirección General de Seguridad, desde la Junta de Defensa a su Delegado de Orden Público. El genocidio de Paracuellos, con los millares de presos de las cárceles de Madrid fusilados en un paraje solitario, al pie del Cerro de San Miguel, fue como un torrente de sangre que viniera a engrosar el caudal de masacres anteriores y posteriores en la España roja, sin contar los miles de asesinados en cualquier lugar por los chequistas que gozaban de facultad para registrar, detener, torturar, juzgar sumarísimamente y ejecutar a sus víctimas. Quienes no lo vivieron, señala García-Noblejas, no sabrán nunca la zozobra y angustia de la lectura de las trágicas listas para las “sacas” carcelarias, ni de los sublimes ejemplos de entereza, serenidad y entrega a la voluntad de Dios.

Cada madrugada, la prisión en penumbra por temor a la aviación nacional, un miliciano leía a gritos, linterna en mano, la larga lista que portaba. Una vez cacheados los presos llamados, atadas fuertemente sus manos con bramante, alambre o cable eléctrico y, amarrados de dos en dos por los codos, eran subidos a camiones o autobuses en los que partían para su trágico y glorioso destino, siempre vigilados y amenazados hasta el último instante.

Escalofriante itinerario de prisiones madrileñas de La Modelo, Ventas, San Antón, Porlier, patética relación de nombres y apellidos de Mártires asesinados, prisión y muerte de Pedro Muñoz Seca y de Ramiro de Maeztu, fusilado en Aravaca. ¿Cuántas víctimas reposan en el Camposánto de los Mártires de Paracuellos? No es posible señalar cifras exactas, mas no sería difícil establecer su número aproximado con nombres, fechas y procedencias. El número de sepultados en Paracuellos, incluidos los llevados de Boadilla del Monte, Ribas-Vaciamadrid, Torrejón de Ardoz y de otros lugares próximos (excluyendo los 800 del cementerio de Aravaca) supera con mucho las cifras señaladas por recientes estudios. El número de 8.354 Mártires que expresa el Archivero-Historiador de la Real Academia de la Historia, Arsenio de Izaga, en su obra “Los presos de Madrid”, puede ser el más aproximado hasta ahora.

A quien hace este emocionado y escalofriante relato de los tristes sucesos de Paracuellos del Jarama, trágico olvido para muchos en la historia -como si fuera tan fácil esconder de un plumazo 8.354 seres asesinados-, no se le puede tildar de exageración, subjetivismo o fantasía, porque los títulos que le avalan son éstos: Notario número 1 de Madrid, primero del escalafón nacional; ex Director General de Archivos y Bibliotecas; miembro de la Comisión Española de Colaboración con la UNESCO; Académico de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia; Consejero de la Sociedad Internacional de Derechos de Autor; autor él mismo de numerosas publicaciones, Gran Cruz del Mérito Civil y de San Raimundo de Peñafort. Y algo más importante que todo eso, testigo de cargo, en carne propia, de checas, calabozos y prisiones de la España roja.

Voy a intentar ofrecer, en difícil síntesis, lo que fue el holocausto de Paracuellos del Jarama, inmenso, gigantesco, sin precedentes en la historia de España. Y he querido titular así, de “holocausto”, a mi intervención, con todo el significado de sacrificio cruento, de ofrenda, de expiación, que corresponde a la palabra, la misma empleada por Monseñor Antonio Montero, Obispo de Badajoz, en su libro La persecución religiosa en España 1936-1939, cuando habla del “impresionante holocausto de Paracuellos de Jarama”.

He de ocuparme con preferencia de aquellos mártires y de las circunstancias en que fueron inmolados, más que de los ejecutores y responsables del genocidio. Fuera de mi propósito queda ahora depurar cualquier clase de culpabilidades, evitando herir los oídos y ensuciar mi lengua pronunciando ciertos nombres bien conocidos, que por todas sus letras y por todas sus sílabas destilan a torrentes la sangre de mártires.

Deseo también aclarar que empleo la palabra “mártires” sin prejuzgar el juicio de la Santa Madre Iglesia, haciéndolo en términos genéricos, con el sentido que le diera en su tiempo, con referencia a los mártires de nuestra guerra, los Santos Padres Pío XI, Pío XII, Juan XXIII y respecto a los mártires de Otranto Juan Pablo II. El mismo significado con que lo emplearon todos y cada uno de los Obispos españoles independientemente en 1936 y todos juntos en su conocida Carta Colectiva de 1.º de julio de 1937.



El martirologio español en la Historia de la Cruzada



Los hechos de que vamos a ocuparnos constituyen Historia, historia que ya lo es de medio siglo, con perspectiva adecuada para conocerlos y enjuiciarlos en la plenitud de sus accidentes y circunstancias, y que necesariamente hemos de estudiar si aspiramos a conocer la historia contemporánea de nuestra Patria.

Ciertamente la Historia constituye un permanente afán de la Humanidad, nacido de la preocupación espiritual del hombre por conocer su pasado, y que con distintas interpretaciones alcanza también -y en alto grado- a la materializada edad en que vivimos. En estos días comprobamos a cada paso el constante interés en ofrecer a la masa ciudadana los hechos de la guerra de España, es decir su historia, en forma parcial y deformada, lo que no debe sorprendernos, por cuanto como decía el profesor Martín Almagro hace más de treinta años, el combate en el campo del pensamiento, entre los dos grupos de cultura que llamamos del Este y de Occidente, se centra hoy precisamente en la interpretación de la historia.

En este rudo combatir en el área de la cultura, se inserta, como elemento clave, el conocimiento puntual y exacto de los terribles acontecimientos producidos en los desolados campos de Paracuellos del Jarama hace ahora cincuenta años, capítulo fundamental en el martirologio español de 1936-39, con el enorme relieve que a este martirologio corresponde en la Historia grande de la Cruzada. Bastaría esta consideración para justificar la adecuación de la materia martirial a las tareas intelectuales que incumben a la “Fundación Nacional Francisco Franco”. Pero tenemos algo más para autorizar esta justificación. Contamos con el testimonio expreso y reiterado de la devoción y la fe del Caudillo hacia nuestros mártires. En la mano tengo una copia del autógrafo que envió al Arzobispo de Valladolid en 1.º de abril de 1950 con motivo del grandioso homenaje rendido a los mártires en el Santuario Nacional de la Gran Promesa de la capital castellana con asistencia de numerosos Obispos, de la totalidad de los Superiores Generales de las Órdenes Religiosas y de altas personalidades de la nación. Un precioso escrito, cuyo facsímil entrego con mucho gusto a la Fundación, en el que el Generalísimo, en relación a los mártires y con la precisión conceptual que le caracterizaba, decía: "Ellos fueron parte principal de nuestra victoria y hoy fieles celadores de nuestra grandeza. ¡Dichosa la tierra que cuenta con tales hijos, pues no puede ser abandonada de la mano de Dios! Ante su recuerdo besemos la tierra bendita de nuestra Patria que regó su sangre y acogió sus restos."








El inmenso genocidio de Paracuellos del Jarama



Al hablar de Paracuellos de Jarama Fr. Octavio Marcos, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se expresa de este modo: "He aquí un nombre que ha sido grabado a punta de cuchillo en el alma de España y cuyos caracteres están teñidos en la púrpura de su sangre. Lugar sagrado, campo de expiación, tierra sembrada de cuerpos santos y fertilizada con sangre de mártires. Aún perciben nuestros oídos el rasgado silbar de la metralla que troncha vidas beneméritas en la virtud y en las ciencias, en íntima fusión con las plegarias: “¡Viva Cristo Rey!, ¡Dios!, ¡España!, ¡Perdónalos Señor!”, que brotan de labios moribundos y se elevan al cielo como perfumado sahumerio de sangre palpitante que empapa la tierra y la cubre de regio manto de púrpura, glorioso atributo de la victoria y de la Realeza de Cristo."

Y Monseñor Antonio Montero, en su citada obra dice: Las ejecuciones producidas en Paracuellos del Jarama constituyen capítulo aparte, lo mismo en la historia del Madrid rojo, que en la del resto de las provincias afectadas por la persecución... impresionante holocausto.

Ciertamente el número de mártires allí sepultados resulta incalculable en términos precisos, porque al número de presos “sacados” de las cárceles madrileñas mediante listas nominativas, hemos de sumar los innumerables allí ejecutados en pequeños grupos o individualmente, de los que no se conserva referencia escrita, entre agosto de 1936 y comienzos de 1937, inhumados por cualquier sitio de aquellos lugares, de los cuales algunos fueron exhumados después de la guerra, e identificados o no, se trasladaron a nuevas zanjas contiguas a las de Paracuellos de Jarama, del mismo modo que se hizo con los innumerables fusilados en Torrejón de Ardoz, Boadilla del Monte, El Pardo y otras procedencias entre las cuales se cuentan algunas mujeres.





Matanzas masivas en la zona roja. Origen y causas



Tan grande matanza de hombres indefensos, no constituye hecho aislado en lo que fue zona roja de nuestra guerra, en toda la cual, cualquier circunstancia adversa para ellos, como sus continuos descalabros bélicos, servía de pretexto para cebarse en los inermes presos de las cárceles o de los barcos-prisión, y así sucedió con millares y millares de víctimas desde los comienzos de la contienda hasta sus últimos coletazos, cuando en 7 de febrero de 1939, en el lugar de Can Tretze, provincia de Gerona, cerca de la frontera francesa, se fusiló al Obispo de Teruel, Anselmo Polanco con 42 compañeros de cautiverio.

La relación, no exhaustiva, de las matanzas colectivas en España comienza en El Arahal (Sevilla), donde anticipándose a la llegada de las fuerzas nacionales liberadoras, los milicianos inundaron de gasolina la prisión y la incendiaron. Todos menos uno perecieron abrasados vivos. Y continúa con los marinos de Cartagena arrojados al mar, los fusilamientos masivos de las prisiones de Ubeda, Ciudad Real, Toledo, Almería, Lérida, Málaga, San Sebastián y el fuerte de Guadalupe, Castellón, Ibiza, Fuenteovejuna, Albacete, Consuegra, Cebreros, Ocaña, Monasterio de Cóbreces, Guadalajara, Bilbao (prisiones de “Ángeles Custodios”, “Larrinaga”, “La Galera” y “Carmelo”) y Martos.

Y en los barcos-prisión “Río Segre”, de Tarragona; “Isla de Menorca”, de Castellón; “Astoy Mendi”, de Almería; “Cabo Quilates” y “Altuna Mendi”, de Bilbao; “Atlante”, de Mahón, y “Alfonso Pérez”, de Santander, así como en los terroríficos pozos de Tahal y de La Lagarta en Almería, y los de Carrión de Calatrava y Herencia.

Por lo que a Madrid concierne, el genocidio de Paracuellos, con su torrentera de sangre, vino a constituir la culminación de masacres anteriores, amén de los miles y miles de madrileños y de madrileñas asesinados en cualquier lugar por las innumerables checas que gozaban de facultad para registrar, detener, torturar, juzgar sumarísimamente y ejecutar a sus víctimas.

La primera de estas masacres, con más de doscientas ejecuciones se produjo en nuestra capital el 20 de julio sobre los defensores del Cuartel de la Montaña, una vez cesada la lucha. Me permito detenerme un momento en la consideración de esta inicua y primera carnicería en Madrid, porque cabalmente hallamos en ella la consigna que sirvió para realizarla, la misma que se siguió en las sucesivas masacres. La consigna nos la ofrece nada menos que el ejecutor material del genocidio del Cuartel de la Montaña, Enrique Castro Delgado, creador del 5.º Regimiento de Milicias, con expresión increíblemente cínica, en su libro Hombres made in Moscú: -Ya dentro del Cuartel (escribe Castro Delgado), alguien dice: “Allí” están los que no han escapado, serios, lívidos, rígidos... Castro sonríe al recordar la “fórmula”. “Matar... matar, seguir matando hasta que el cansancio impida matar más... Después... Después construir el socialismo”. “Que salgan en filas y se vayan colocando junto a aquella pared de enfrente, y que se queden allí de cara a la pared... ¡Daros prisa! La fórmula se convirtió en síntesis de aquella hora... luego un disparo... luego muchos disparos... La fórmula se había aplicado con una exactitud casi maravillosa”.

Tal es su relato, y por si aún fuera posible ensombrecer la tragedia, cuenta la impresión que ella causó al Comité Central del Partido, ante el que se presenta Castro inmediatamente: -En el Comité Central, la Pasionaria le dice: “Camarada Castro, el Partido se siente orgulloso de ti... toma esta pistola que te regala el Partido. ¿Qué sentiste en los primeros momentos? ¿No dudaste? “No había razón para ello, Dolores”. Ella se rió, todos reían. Él se sentó, recordaba a los muertos y sonrió. Estaba satisfecho. Estaba contento”.

No son precisos comentarios. La segunda masacre en Madrid tuvo lugar en Villaverde los días 11 y 12 de agosto con los “trenes de la muerte” de Jaén. Doscientos presos de sus cárceles, con el Sr.Obispo, Dr.Basulto, su hermana y su Vicario, ametrallados en el Pozo del Tío Raimundo. Diez días después, primera matanza colectiva en la cárcel Modelo, con un centenar de víctimas muy seleccionadas.

Así alcanzamos a los días finales de octubre en que las tropas nacionales se acercan invictas a Madrid. Las autoridades rojas aumentan cada día el número de detenciones y acrecientan su preocupación por los millares de presos encerrados en sus cárceles, con la idea de que no pudieran ser liberados por los nacionales en su posible, o más bien probable, entrada en la capital.





Prisiones rojas madrileñas. Espíritu de los cautivos



Bueno será recordar lo que eran aquellas prisiones en las que inmediatamente van a producirse las terribles “sacas” de detenidos, con destino a las zanjas preparadas en Aravaca, en Vicálvaro, en Ribas-Vaciamadrid, en Torrejón de Ardoz y en Paracuellos de Jarama.

Cinco eran las del Madrid rojo: la Modelo, en la plaza de la Moncloa, en el mismo emplazamiento del actual Ministerio del Aire, en la que se hacinaban unos 8.000 presos. La de Ventas, hoy también desaparecida, en la calle del marqués de Mondéjar, construida para prisión de mujeres, pero desde el 24 de julio habilitada para varones, con unos 1.500 presos. Las de los Colegios escolapios de San Antón, en la calle de Hortaleza y de General Porlier, habilitados para prisiones, en cada una de las cuales se amontonaban en aulas, galerías y pasillos más de 2.500 detenidos. Y finalmente la del Convento de la calle del Duque de Sesto, más reducida, de la que no hacemos historia en razón a ser la única que gozó del privilegio de no sufrir las famosas “sacas”. En total unos quince mil presos en Madrid a fines de octubre, aumentados cada día por sucesivas detenciones.

El hacinamiento de los detenidos en aquellas cárceles, en las que por entonces faltaba hasta el espacio necesario para reposar en el suelo, sin comunicación alguna con el exterior o con las familias; las privaciones, el hambre, el frío, la carencia absoluta de higiene, miseria, vejaciones y padecimientos, la permanente amenaza de muerte, constituían el ambiente en que malvivían millares de patriotas, destinados en gran parte a morir en breve en las fosas de Paracuellos. Mas en aquel ambiente resplandecían exaltados, por contraste, los más altos valores del espíritu: fe, patriotismo, confianza en Dios y en la victoria, abnegación, desprendimiento, hermandad y camaradería.

Cuanto se diga del fervor religioso respirado en aquellas prisiones es pálido reflejo de la realidad, Desde el momento de ingresar en la cárcel, la primera preocupación de todos era la de dirigirse a un sacerdote -que en vano se encontraría en la calle- a quien consultar y pedir absolución. La regla que los confesores impartían invariablemente era ésta: “Si te preguntan si eres católico, no puedes negarlo de ningún modo, pero sobre materias políticas o de otra naturaleza es lícito faltar o desfigurar a la verdad para salvar la vida”, y efectivamente de nadie se sabe, entre la infinidad de presos sacrificados o interrogados, que apostatara o renegara ante el riesgo de morir.

De continuo se administraba el sacramento de la penitencia, disimuladamente, sentados en el suelo, tumbados en los petates -cuando los había- o dando vueltas por el patio, e igualmente se rezaba, principalmente el rosario, pese al riesgo de hacerlo, En este aspecto el anecdotario carcelario es inacabable y espléndido.

Tiene la cárcel Madrid resplandor de catacumba, escribió el luego Académico de la Historia y Almirante Julio Guillén Tato en su libro Los últimos días de la cárcel Modelo e igualmente otro superviviente de la prisión, al referirse a la matanza del 22 de agosto en la Modelo, se expresaba en los siguientes términos: “Después de confesarme, a bien con Dios y con los hombres, siento en mi alma una inmensa ternura... y como para morir en gracia de Dios es preciso perdonar, yo perdono a mis verdugos, como Cristo perdonó en la Cruz”. Y el Archivero-Historiador Arsenio de Izaga, en su importantísima obra Los presos de Madrid escribió: “La cárcel fue el yunque moral en que se forjaron las almas de aquellos héroes y de aquellos mártires”.

Tan contagioso resultaba este fervor que alcanzó a muchos que tenían olvidadas sus prácticas religiosas, como a los políticos Melquiades Álvarez y Rafael Salazar Alonso, ambos con antecedentes masónicos, que murieron absueltos y en el seno de la Iglesia y el último con una hermosa carta de retractación de sus errores, ofreciendo a Dios el sacrificio de su vida por la salvación de España. Igualmente contagioso y ejemplar fue el espíritu de patriotismo, del que fueron figuras destacadas multitud de militares y paisanos, singularmente el heroico Teniente Coronel Carlos Noreña, cuyo ejemplo imitaron muchos de sus compañeros.





28 de octubre, comienzan las “sacas” masivas: Maeztu y Ramiro Ledesma



De estas prisiones y en el ambiente expresado, comenzaron a producirse las “sacas” masivas, bajo pretexto de traslados o de libertad. En la cárcel de Ventas el 27 de octubre, se mandó formar a los militares pidiéndoles un paso al frente a los que estuvieran dispuestos a servir a la República, bajo terribles amenazas, y nadie lo dio. Su gallardía fue comentada con entusiasmo por los compañeros de cautiverio, todos se dieron a la oración y a renovar absoluciones. Y en efecto a la noche, por orden de la Dirección General de Seguridad, 32 presos de esta cárcel fueron llamados para salir, entre ellos Ramiro de Maeztu y Ramiro Ledesma Ramos.

La orden estaba firmada por el Director General, Manuel Muñoz: Siendo necesario el traslado al penal de Chinchilla de los presos que al dorso se relacionan... sírvase entregarlos a los portadores del presente oficio, miembros del Comité de Investigación, encargados de cumplimentar la expresada resolución, y estaba fechada a 31 de octubre, es decir, tres días después de su ejecución.

Uno de ellos -se dijo que fue Ramiro Ledesma, pero información posterior acreditó que no lo era, parece que lo fue un linotipista de ABC- se resistió a salir de la cárcel y le dispararon un tiro de pistola al vientre, rematándolo allí mismo. Los demás, conducidos en un camión al Cementerio de Aravaca en la misma madrugada, fueron también muertos a tiros de pistola, luego de despojados enteramente de sus ropas, como en el Calvario hicieron con la túnica de Cristo, y allí enterrados.

De la prisión y muerte de Ramiro de Maeztu hay testimonios auténticos que nos permiten dedicarle unos breves párrafos. En la primera hora de la madrugada del 28 (no del 29 como erróneamente se dice a veces) un miliciano llamado “el Chato”, linterna en mano, entra en el departamento en cuyo suelo descansaba el ilustre cautivo, gritando: -¡Ramiro Maeztu!: el llamado reacciona con aire de defensa: -¿A mí a estas horas? Pronto cambia de actitud, se viste, pide discretamente la absolución al párroco de Getafe, D. José M.ª Fernández, próximo a su petate, recoge sus pobres cosas y abraza a los compañeros: Hasta la Eternidad, y sale erguido, a grandes zancadas, llevando en el bolsillo las cuartillas del libro que estaba escribiendo, “Defensa del espíritu”, de las que nunca más se supo.

Indalecio Prieto escribió más tarde: “El fusilamiento de Ramiro de Maeztu fue uno de tantos crímenes injustificables y estúpidos” (Lo que hace suponer, que para el dirigente socialista había otros crímenes justificados y razonables.)

En el día precedente -el de la entrada de nuevos milicianos y la amenaza a los militares- D. Ramiro paseó impaciente por el patio, hasta que ya anochecido y cansado, se sentó en el petate rodeado del Padre Romañá, del párroco y del coadjutor de Getafe, Huelin, el profesor Magariños y otros más. Alabó la actitud de los militares (-Siempre son y serán caballeros los verdaderos militares españoles) y en tono bajo cantaron la salve y rezaron el rosario.

Maeztu, filósofo, humanista, político, ex Embajador en la Argentina y a la sazón diputado por Guipúzcoa, había sido detenido el 28 de julio en el domicilio de su amigo Vázquez Dodero. Entraron unos milicianos por denuncia de que en el piso había un oratorio, golpearon la puerta con los fusiles y registraron. Se les presentó espontáneamente: -Aquí me tenéis, soy Maeztu; los milicianos nada sabían de Maeztu, le creían el cura del oratorio, telefonearon a la Dirección General de Seguridad y le detuvieron. El Comisario de Buenavista lo puso en libertad, pero eran las 11 de la noche, a la puerta estaba el coche con los milicianos y don Ramiro optó por quedar detenido. Se le llevó a la cárcel de Ventas y al siguiente día en ABC rojo se leía: -el escritor Ramiro de Maeztu, detenido. ¿Escritor Ramirete? ¡A cualquier cosa llaman chocolate las patronas!

En prisión ingresó como señor natural de aquellos caballeros encarcelados. Les hablada del “dominico inquisidor y banquero” que se precisaba en España, escribía las cuartillas de su nuevo libro, rezaban en comunidad. Alentaba a los detenidos, les contagiaba su esperanza en el resurgir de España. Ocupaba una celda del piso 3.º ízquierda, acompañado entre otros de Federico Santander, Santiago Magariños, Vázquez Dodero y el doctor Lemus. Su celda parecía una cátedra en la que se olvidaban de la condición carcelaria.

A primeros de octubre le trasladan al departamento llamado “de madres” con otros 40 presos, entre los cuales Bonifacio Sedeño de Oro, párroco de S. Ginés y cuñado del general Fanjul; Magariños, catedrático de Instituciones Americanas; el librero Alberto San Martín; el párroco de Getafe y su coadjutor; Vázquez Dodero y el padre Romañá.

En un momento de humor carcelario (antes de comenzadas las “sacas”) parodiaron allí la ceremonia de apertura de curso universitario, envueltos solemnemente en la mantas a modo de túnicas. Magariños hacía de Rector Magnífico; don Ramiro, de Ministro de Instrucción Pública; el párroco de Getafe, de Cardenal-Arzobispo, y de Presidente un Teniente Coronel sevillano que se llamaba precisamente Francisco Franco. Maeztu fue el protagonista. Cantó la figura de Fernando VII, cuyo retrato debía presidir todas las Universidades por ser el creador de las Escuelas de Tauromaquia, en las que se enseñaba a vencer y a dominar a la fuerza bruta con la virtud de la gracia y el arte del requiebro. Dijo: -El saber, como la capa, con vueltas y revoleos viriles, logra llevar por donde a uno le plazca, a la fiera ignorante. Si necesita castigo más duro, prended a la ignorancia el rehilete certero de las banderillas, palos secos, punzantes... y usad la espada para el necesario final...





Las mayores “sacas” de Noviembre. Paracuellos del Jarama



En el mismo día de la saca de Ventas acabada de referir, se llevaron de la cárcel Modelo otros 29 presos, igualmente fusilados e inhumados en Aravaca y al siguiente día, otros 50 de la checa de Fomento fueron ejecutados en el camino de Boadilla, cuyos restos, una vez acabada la contienda, fueron exhumados y traslados al Camposanto de Paracuellos.

Quienes no lo vivieron no sabrán nunca la zozobra y angustia de la lectura de las trágicas listas para las sacas, ni de los sublimes ejemplos de entereza, de serenidad, de entrega a la voluntad de Dios. En altas horas de la noche o en la madrugada, la prisión en penumbra por temor a la aviación nacional, en el silencio de las galerías donde los presos procuraban descansar tumbados en el suelo, un miliciano acompañado de otros aparatosamente armados leía a gritos, linterna en mano, la larga lista que portaba. Entre los presos podía oírse hasta el latido de los corazones. Se manda a los llamados recoger sus cosas y formar en el rastrillo de salida. Se despiden aprisa de amigos y compañeros, les hacen algún encargo de última hora, se santiguan algunos y salen silenciosos, resignados, con el pobre hatillo. Ya en filas, se les ordena dejar en el suelo sus envoltorios, los cachean por si aún llevan algo consigo, los atan fuertemente las manos con bramante, o alambre o cable eléctrico, y amarrados de dos en dos por los codos los sacan al aire helado de la noche o del amanecer, los suben a camiones o autobuses y parten para su destino, siempre vigilados y amenazados hacia el último instante.

El primer día de noviembre, con las tropas nacionales próximas a Madrid, el agente soviético Koltsov, “asesor” de las autoridades rojas y luego de la Junta de Defensa, presente en España desde agosto, se ocupa con los Comisarios políticos de la suerte de los presos. Ya tenían éstos suspendidas las comunicaciones con las familias, cuando por orden del Director General de Seguridad se sacan otros 79 presos de la cárcel de Ventas, para fusilar en Aravaca, en su mayoría estudiantes, obreros y labradores de los pueblos cercanos. Y el día 3, en Carabanchel Alto, se fusila a 56 presos allí detenidos.

Un día después, en la cárcel Modelo, se llama a los militares con el consabido requerimiento de servir a la República y todos guardan silencio. La Dirección de Seguridad reitera la orden de sacar más presos, especialmente militares, y en la madrugada del 5 salen de la cárcel de S. Antón dos camiones cargados, y de la Modelo otra larga expedición en la que forman parte el gran periodista Manuel Delgado Barreto, Director de La Nación; el futbolista del Real Madrid Monchín Triana, y el Jefe Territorial de F. E. de Galicia, Juan Canalejo. Y de la de Porlier otro más en la que iban el Magistrado Pablo Callejo y un Auditor de Guerra.

Mas para esta fecha -las tropas nacionales combatiendo en la Casa de Campo, la cárcel Modelo recibiendo proyectiles de artillería, y alojada en su 1.ª galería la 1.ª Brigada Internacional- el emplazamiento de Aravaca resultaba peligroso para los rojos, por lo que sus responsables eligieron otro para las ejecuciones masivas, a semejante distancia de Madrid pero al otro lado de la capital, el cementerio de Ribas-Vaciamadrid, sobre la carretera de Valencia. Previamente el Gobernador Civil de Madrid, el socialista Rubiera, había urgido al Alcalde de Ribas la apertura en su cementerio de tres zanjas de 5 x 2 x 2 metros y cuando pocos días después preguntó si ya estaban abiertas, respondió sencillamente el Alcalde: -Hechas y ocupadas. Exhumados los restos después de la guerra fueron llevados en su mayor parte a Paracuellos del Jarama.

El mismo día 6 toman los nacionales Campamento, Carabanchel, Cerro de los Ángeles y Villaverde. Huye a Valencia el Gobierno recién recompuesto por Largo Caballero. El Ministro de la Gobernación, Ángel Galarza, a su paso por Tarancón, ordena por teléfono activar la evacuación de los presos de Madrid y parece que añadió: “pero evacuaciones definitivas”, lo que no debe sorprendernos en Galarza, que el 5 de agosto, en un mitin en Mahón había dicho con toda su “responsabilidad” de Ministro: -Tengo un gran sentimiento por la muerte del Sr.Calvo Sotelo. El sentimiento de no haber participado en ella.

La idea de Koltsov era sencillamente la de fusilar, y Castro Delgado, de cuya “fórmula” hemos hablado anteriormente, dijo ahora que más valía fusilar de más que de menos. En Madrid se encarga de ello enteramente desde esta noche el nuevo Delegado de Orden Público y sus acólitos, dependiente de la Junta de Defensa, que por encargo del Gobierno asume el poder en Madrid.

En la tarde de este mismo día 6 -poco antes o poco después de la toma de posesión del nuevo Delegado de Orden Público- hay nuevas y grandes sacas de las cárceles Modelo y de Porlier. Los organizadores ya habían abandonado también el campo de ejecuciones de Ribas-Vaciamadrid, sustituyéndolo por el de Paracuellos de Jarama, más adecuado para sus sangrientos propósitos, el cual acrecienta así, definitivamente, su ya por entonces trágico destino. Entre los sacados ahora de la Modelo se cuentan el General de Brigada Juan de Micheo y Asúa y el conocido Abogado Antonio Comyn.

El lugar elegido era entonces un paraje solitario al pie del Cerro de San Miguel en cuya cima se asienta el pueblo de Paracuellos, cercano al río Jarama, cerrado en el horizonte por una serie de cerros pelados, a 16-18 Kms. de distancia de Madrid, con caminos poco transitados y suelo arenoso y suelto, fácil de excavar. Existía allí el grupo de pinos que contemplamos dentro de su actual recinto, lugar sacratísimo, pues precisamente bajo esos pinos se detenían los camiones que transportaban a los presos, los hacían descender y allí aguardaban su turno, presenciando el fusilamiento de sus compañeros, rezando, llorando, confortándose recíprocamente, recibiendo bendiciones y absoluciones de los sacerdotes y religiosos que con ellos iban a morir.

Atravesaban el lugar, entrecruzándose, la carretera local de Madrid a Belvis y Cobeña y el arroyo seco de San José, junto a cuyo cauce se sitúa la capilla que hoy ampara con sus cultos la paz de los mártires. Acabada la guerra se desviaron las carreteras a su trazado actual, y el cauce del arroyo, se trazaron caminos y se valló el recinto, aislando y dignificando el Campo santo.

El 6 de noviembre se acercó a la cárcel Modelo el Fiscal del Tribunal Supremo Romualdo Montojo, hermano del Capitán de Fragata don Ubaldo, allí detenido, y la halló acordonada de milicianos y a filas de presos, embarcando en camiones para Levante según le dijeron. Al siguiente día consiguió llegar hasta la dirección de la cárcel, donde le informaron simplemente que los presos se sacaban para matarlos y le exhibieron un oficio de la Dirección General de Seguridad que decía: Sírvase V.S. entregar a las milicias... (ferroviarias o las que fueran) a los detenidos comprendidos en la adjunta relación para su traslado al Penal de San Miguel de los Reyes. Madrid, 6 de noviembre de 1936, el subdirector, Vicente Girauta Linares, pero al oficio no se acompañaba relación alguna, la estaban haciendo los milicianos, ficheros en mano, en el centro del abanico de la prisión.

En la madrugada del 7 hallamos, por el enorme número de inmolados, las mayores sacas del tremendo genocidio. Los presos fueron alistados y amarrados durante la noche, y fueron tan graves los hechos que sus ecos alcanzaron al Cuerpo Diplomático de Madrid, que además de reclamar al Gobierno -que contestó con una nota negando todo- hicieron venir de Ginebra un representante del Comité Internacional de la Cruz Roja, el doctor Henny, quien logró obtener de la Junta de Defensa la lista de los 1.600 sacados en esta ocasión de la cárcel Modelo, de los que solamente unos 300 llegaron a la de Alcalá de Henares; los 1.300 restantes fueron sacrificados en masa en Paracuellos. ¿Podemos imaginar lo horrendo del espectáculo?

El balance de este terrible episodio martirial, producido en breves horas de la mañana del día 7, referido exclusivamente a una “saca” de la cárcel Modelo, es el siguiente: España perdía de golpe mil trescientos hombres activos y útiles. Las Fuerzas Armadas de los tres Ejércitos, más Generales, Jefes y Oficiales que en ninguna de las sangrientas batallas de la guerra. La Iglesia, más de cuarenta religiosos y sacerdotes. Numerosas familias, a todos sus miembros varones. Quedaban viudas unas ochocientas mujeres, y huérfanos de padre, unos dos mil hijos de distintas edades.

Entre los ahora sacados encontramos muchos casos de padres e hijos y de hermanos, sacrificados juntos. El farmacéutico Luis Madariaga Moras y sus hijos Ángel y Luis Madariaga Cenedese, Abogados; los cuatro hermanos Antonio, Carlos, Emilio y José M.ª Paramés de Casa Buylla, de ellos dos Abogados, un Arquitecto y un Ingeniero; Gregorio Sáenz de Heredia y sus hijos José y Joaquín, estudiantes, de 21 y 20 años; el militar Francisco Serrano Alguacil y sus hijos Manuel y Alfonso Serrano y García-Ibáñez, también militares; él militar Enrique Sicluna Burgos y sus hijos Luis y Enrique, estudiantes de 23 y 16 años; el Abogado Mariano Soria Monje y sus tres hijos, Rufino, Mariano y Luis, de 24, 22 y 19 años; los hermanos Enrique e Ignacio Triana Arroyo, hermanos del antes nombrado Monchín, jugador del Real Madrid; y los hermanos Florencio y José Luis Vadillo Alcalde, estudiantes de 21 y 17 años.

En la misma expedición salieron también los Abogados Jesús Cánovas del Castillo, Agustín Minguijón (hijo del Catedrático aragonés de Historia del Derecho), Manuel Sarrión (del bufete de José Antonio), el ex Ministro de Trabajo de la República Federico Salmón, el estudiante de 16 años Manuel Ruiz Gómez y Ricardo de la Cierva Codorniú, padre del actual historiador.

Y los Tenientes Generales, José Rodríguez Casademunt y Jorge Fernández-Heredia Adalid (éste al parecer amarrado al Coronel de E. M. Francisco Zamarra Agustina); el Almirante Juan Magaz Fernández de Henestrosa, el General de Marina Esteban Martínez Cabañas, el Intendente Pedro Pombo y Romero Robledo; los Coroneles, de Artillería, Alfonso Cano Orozco; de Caballería, Victoriano Moreno Pérez-Brito; de Infantería, José Salcedo Cárdenas, y de E. M. Nicolás Prat Court, e infinidad de Jefes, Oficiales, clases e individuos de los cuerpos armados, como el Capitán aviador Juan Ponde de León, más seis padres Dominicos, cinco Agustinos, tres Escolapios, tres sacerdotes seculares, dos franciscanos, dos Paúles, un Canónigo de Alcalá de Henares y un miembro por cada una de las Ordenes de Redentoristas, Oblatos, Jerónimos, Pasionistas, Corazón de María y Hermanos Maristas.

En el mismo día 7 salió de la cárcel de San Antón otra enorme expedición, en la que figuraban numerosos militares, marinos y estudiantes: el Capitán de Navío Gabriel Ferrer Otero; Coroneles de Infantería Sinforiano Gómez Hernández y de Caballería José Góngora Rodríguez, el Capellán castrense Rogelio López Arribas y los Capitanes aviadores José Lorente Cancio y Guillermo Romero Hume, y otro militar, Carlos Hernández Herrera, con dos hijos estudiantes.



Inmarcesible gallardía militar en la prisión de Porlier



En la galería 2.ª de Porlier entraron a las 6,30 de la tarde del 3 de noviembre 14 ó 15 milicianos armados hasta con bombas de mano, con el jefe de la checa de Bellas Artes (ahora de Fomento). Formaron en filas a los militares -así lo declara el también militar Jesús Sánchez Posada acabada la guerra- que tenía a su derecha al Coronel Pareja y a su izquierda al Coronel Valcázar. En medio de profundo silencio, firmes los detenidos, les pasan revista sus carceleros tomando nombres y graduación. Los recuentan: eran 162. Les arenga el jefe chequista: la Patria invadida por el fascismo está en peligro, todos deben defenderla y pide un paso al frente a los que quieran hacerlo. Sólo lo dan 4, un Coronel, un Capitán de la Guardia Civil, otro de Oficinas y un Cadete. Indignado el jefe grita: -¿No hay más? ¿Os negáis a luchar en defensa de la Patria? Interjecciones y blasfemias. -Por última vez lo digo... Nadie se mueve.

Se dirige a cabos y soldados, algunos dan el paso. Al soldado Arsenio Yelves Muñoz, le dice: -Eh, tú soldado!, ¡hijo del pueblo!, ¿por qué te quedas con esos canallas? ¿Te han coaccionado? El muchacho da un paso al frente, se cuadra y a su vez le pregunta: -¿en cuántos combates has participado tú, hijo del pueblo? ¿Por qué me mandas a luchar contra los míos? Ve tú, yo no voy. El mandamás queda desconcertado. Entonces el Capitán de la Guardia Civil y el Cadete que dieron el paso al frente, vuelven con sus compañeros. A ambos y al soldado los apalearon luego brutalmente.

Y el día 5, a la una de la madrugada, despojados de todo y atadas las manos a la espalda, la mayor parte de ellos salieron en camiones para Chinchilla, es decir, para el fusilamiento, probablemente en Ribas.

De esta misma cárcel de Porlier salió el día 7 otra expedición más reducida, con la variante de que sus víctimas se fusilaron en las tapias del Cementerio de la Almudena, entre ellas el Comandante de E.M. Emilio Pérez del Hierro. Exhumadas después de la guerra, sus restos se llevaron al Camposanto de Paracuellos.



Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz



En el campo de Paracuellos, llegados los camiones de presos al cruce de la carretera con la vereda de ganados paralela al arroyo de San José, se detenían junto al grupo de pinos, bajaban a los detenidos en grupos de 10 a 25 y siempre atados se les conducía a pie a unos 200 m. en dirección al cerro, junto al borde de las fosas. fusilándolos por piquetes de 30 ó 40 milicianos; luego se los arrojaba a ellas, algunos con vida, y los enterradores reclutados forzosos en el pueblo, los cubrían de tierra.

En la tarde del día 7 se prepararon nuevas listas para la muerte en las cárceles Modelo y de Porlier, sacando a los presos en la noche y en la madrugada del día 8, de la Modelo, como siempre, mayoría de militares y de estudiantes, amén de otros de distintas profesiones y oficios.

Y de la de Porlier otros muchos, Las expediciones de la noche del 7 al 8 de noviembre iban también destinadas a Paracuellos, más la magnitud de las precedentes había desbordado las previsiones de los responsables, hasta el punto de no tener fosas bastantes dispuestas en Paracuellos, donde permanecían sangrantes e insepultos los fusilados del día 7, hasta que en días sucesivos fueron obligados los vecinos del pueblo de Paracuellos, pistola en mano, a cavar nuevas y grandes zanjas, a las que arrastraron los cuerpos de los mártires mediante garfios y cuerdas, tirados por caballerías.

En consecuencia, los dirigentes encaminaron las expresadas expediciones a otro lugar próximo, el del castillo o Soto de Aldovea, término de Torrejón de Ardoz, donde una antigua y grande acequia en desuso, con más de 150 m. de longitud, les sirvió para sepultar a estas víctimas, fusiladas al borde de la acequia. Acabada la guerra se construyó un monumento en el lugar, se exhumaron con toda formalidad los 414 cadáveres, de los que sólo algunos pudieron ser identificados, y se trasladaron en féretros individuales al Camposanto de Paracuellos.





Protesta diplomática. Breve interrupción de las “sacas”



La extrema gravedad del crimen continuado en los días 6 a 8 de noviembre tampoco pasó desapercibida para los diplomáticos extranjeros en Madrid, que puestos en movimiento, investigaron los hechos y protestaron con energía ante la Junta de Defensa. Entre los diplomáticos, siempre respaldados por su Decano el Embajador de Chile, Aurelio Núñez Morgado, hemos de destacar por su eficacia, tenacidad y energía al Encargado de Negocios de Noruega, Félix Schlayer, alemán de nacionalidad; además de obtener la presencia de la Cruz Roja Internacional de que antes hablamos, Schlayer con el Doctor Henny se trasladaron a los campos de muerte, excavaron, obtuvieron fotografías y testimonios, visitaron las prisiones y a la Junta de Defensa.

A causa de la intervención diplomática, temiendo un escándalo mundial, se interrumpieron por entonces las sacas y matanzas y los presos que quedaban en la Modelo, unos 5.000, fueron evacuados entre los días 14 a 16 de noviembre a las prisiones de Porlier, San Antón y Ventas, hacinándolos en ellas. Breve paréntesis, porque con redoblada osadía reanudaron la sangrienta tarea en Porlier el día 17 y allí no la interrumpieron hasta el 4 de diciembre, en el que el nuevo Delegado de Prisiones de Madrid, el sevillano Melchor Rodríguez, anarquista, hombre de energía, gran corazón y sentimientos humanitarios -si bien desgraciadamente no exento de antecedentes criminales como jefe del grupo “Los Libertos”- cortó radicalmente las sacas. Mas no pudo evitarse que el avión francés en el que el representante de la Cruz Roja regresaba a Ginebra vía Toulouse, con informe, documentos y fotografías, fuera interceptado en vuelo por un caza rojo pudiendo tomar tierra cerca de Pastrana con tripulantes y pasajeros heridos, entre ellos el Doctor Henny.





Se reanuda el genocidio. Checas carcelarias. D. Pedro Muñoz Seca



Fue la cárcel de Porlier la escogida para entregar nuevos presos maniatados a las fosas de Paracuellos desde el día 17 y sucesivos, con sus noches, hasta el día 22 en que las otras prisiones vuelven a su negra actividad. De Porlier salieron ahora muy diversas personas.

Por estos días aparece un nuevo centro carcelario, enviando en masa a sus detenidos a la muerte, el llamado cuartel o checa “Spartacus”, establecido por el Comité rojo de la Guardia Civil en un convento de la calle de Santa Engracia. Servía de prisión a los miembros de aquel Instituto que consideraban desafectos, y en la tarde del 19 de noviembre “sacaron” dos centenares de Jefes, Oficiales, clases y números, con pretexto de traslado a Guadalajara, pero realmente para fusilarlos en las tapias de los cementerios de la Almudena y de Vicálvaro.

En San Antón hay otra nueva saca el día 22, más reducida y aparecen en las prisiones diversas checas dispuestas a interrogar y decidir sobre la vida de los detenidos, con procedimiento elemental para el que disponían a veces de informaciones de la Dirección General de Seguridad: el preso comparecía en pie ante la mesa en la que tomaban asiento dos o tres o cuatro milicianos de Vigilancia de Retaguardia, jóvenes que no iban al frente -pistolas abundantes, cazadoras de cuero, correajes y cinturones repletos de balas al estilo mejicano-. De entrada ponían el cañón de la pistola en la nuca o la sien del interrogado: - “¡Si no lo confiesas todo ya sabes lo que te espera!”, amenazan, insultan, blasfeman, preguntan o afirman cosas absurdas; para ellos, católico equivalía a fascista, ir a misa, a enemigo del pueblo, creer en Dios, un fanatismo del clero, etc., en pocos minutos terminaba el “juicio” en el que casi exclusivamente hablaban ellos.

De este modo el día 24 en la cárcel de Porlier quedaba preparada otra grandísima lista para Paracuellos, centenares de presos de todas edades, profesiones y oficios -ya estaban más que diezmados los militares y estudiantes.

En los siguientes días, 25, 26, 28 y 29 hay nuevas sacas masivas de Porlier, en las que se incluye, casi al completo a una conocida familia madrileña, la del Notario, Alejandro Arizcun Moreno, 56 años, con sus cuatro hijos: Ramón, 28 años, Ingeniero; Francisco, 26, Abogado; Luis, 24, Médico, y Carlos, 17, estudiante.

En San Antón una gran saca el día 27, en la que fue el fotógrafo de prensa José Calvache, y otra mayor el día 28, la más conocida de esta prisión, por su número y por comprenderse en ella a D. Pedro Muñoz Seca, amarrado al P. Guillermo Llop, Prior de los Hermanos de San Juan de Dios de Ciempozuelos, quien se despidió de sus religiosos con un simple: -Hasta el Cielo.

La orden que autorizaba esta saca decía: D.G. de Seguridad. -Sírvase poner en libertad a los presos que se mencionan en la hoja adjunta y hoja 2.ª- Madrid, 27 de noviembre de 1936. El Delegado de Orden Publicó: firmado- Serrano Poncela, y comprendía un total de 110 nombres, entre ellos, además de Muñoz Seca y el Padre Llop, al Provincial de los Agustinos de Castilla, Avelino Rodríguez, con doce religiosos de su Orden, de quien se sabe que ya al borde de las fosas de Paracuellos absolvió y abrazó a sus compañeros de martirio. Y catorce Hermanos de San Juan de Dios: el Padre Juan Jesús Adrados, Maestro de Novicios, y otro Padre más con cinco Hermanos de la Comunidad, entre ellos el Hermano Clemente Díaz, de 75 años, cuatro novicios, dos postulantes y un donado. Y el artista-pintor José M.ª Angoloti, de 69 años, y los hermanos Diego y Manuel MacCrohon Jarava, de 23 y 24 años.

En San Antón el día precedente a esta gran saca, se percibía ya la tragedia por la presencia de nuevos milicianos y la agitación en oficinas y portería. Muñoz Seca, que a veces lograba acceso a despachos oficiales, tuvo conocimiento de lo que se preparaba, incluso de las listas, en las que leyó su nombre. Su primera medida fue la de confesar con el Padre Tomás Ruiz del Rey, a quien dijo sencillamente: -Padre, mañana nos matan; arreglemos nuestra alma con Dios. Escribió a su mujer: -Queridísima Asun: Cuando recibas estos renglones estaré fuera de Madrid. Voy resignado y contento... Y al fin esta postdata: -Como comprenderás voy muy bien preparado y limpio de culpas. A Francisco Javier de Burgos, también preso, le dijo: -Se me acusa de monárquico, por haber llevado a Roma para Don Alfonso XIII el manto de la Virgen del Pilar. Con este manto voy a morir yo también...

A las cinco de la madrugada, alboroto de ruidos y griterío. Milicianos con linternas, fusiles y pistolas leyendo una primera lista: -¡Atención! ¡Oído a la lista! Y nombres y más nombres. -¡Los nombrados que recojan todo y bajen a la portería! A las 7 ya están en la calle de la Farmacia subiendo a los camiones, las manos atadas a la espalda y sin equipaje. Y a las 8 vuelven las voces y nueva lista, la de Muñoz Seca. Angustia y despedidas, los sacerdotes no dan abasto para las absoluciones. Se grita: -¡Pedro Muñoz Seca, al rastrillo para marchar!; el nombrado abraza estrechamente a sus compañeros Guillermo Marín y Cortés Cabanillas. Va con un abrigo puesto y otro al brazo, en la mano una maleta. Al pasar el rastrillo le arrebatan la maleta y el abrigo del brazo, las gafas que se estrellan en el suelo, el reloj, la cartera, las fotos y recuerdos familiares. Le atan las manos a la espalda. A las 10 de la mañana la expedición con el M. R. P. Llop, que dice al paso a un novicio: -Vea cómo vamos, van a matar a todos. Que los hermanos se preparen.

La expedición parte en los camiones, camino de Paracuellos. Y todavía otra expedición al mediodía, si bien en esta ocasión, por misericordia divina, llega a salvo a la prisión de Alcalá de Henares. Era don Pedro Muñoz Seca natural del Puerto de Santa María, 55 años, casado con doña Asunción Ariza, 9 hijos, creyente fervoroso, funcionario del Estado, autor de infinidad de obras teatrales (comedias, sainetes, juguetes cómicos), desde “La venganza de Don Mendo” a las del tiempo republicano, con pinceladas de ironía política (“La Oca”, “Anacleto se divorcia”, “Jabalí”, “La cartera de Marina”, etc.).

Se hallaba con su mujer, al comenzar la guerra, en Barcelona, donde el 17 de julio estrenó en el Poliorama la que iba a ser su última comedia, “La tonta del rizo”, con la compañía de Arturo Serrano e Isabelita Garcés. Pronto comenzó despiadada persecución contra él. En A B C del 25 de julio se leía: Por algo se empieza. Muñoz Seca, declarado cesante. Los famosos actores Irene López Heredia y Mariano Asquerino, también en Barcelona, tratan de amparar al matrimonio acomodándolo en la pensión “Claris” de la vía Layetana, hasta que en la tarde del 29 entra una partida de milicianos, Capitaneados por el actor Avelino Nieto, se lo llevan a la Jefatura de Policía y de allí a Madrid por Valencia, con su esposa, pero en conducción ordinaria.

El 6 de agosto ingresa en la cárcel de San Antón, en la que según Cortés Cabanillas fue acaso el preso más relevante y admirado, a la vez que uno de los más vejados y maltratados. Allí encuentra a sabios Agustinos, como el Padre Zarco, el escritor Julián Cortés Cabanillas, a los actores Ricardo Calvo y Guillermo Marín. Pelan patatas, limpian lentejas, rezan el rosario, forman inacabables tertulias, comparten su fe en el triunfo y cuando lo permite la vigilancia miliciana recitan poesías patrióticas -hoy ignoradas de nuestras juventudes-, la “Marcha Triunfal”, de Ruben Darío; “El Divino Impaciente”, “En Flandes se ha puesto el sol”, con aquella sentencia tremenda de Marquina: - “¡Por España! y el que quiera defenderla, honrado muera; y el que, traidor, la abandone, ni en la tierra santa cobijo, ni una cruz en sus despojos, ni las manos de un buen hijo para cerrarle los ojos!”. Hizo gran amistad con los Hermanos de San Juan de Dios, y en un momento de humor que nunca le faltaba, escribió en la gramática inglesa en que estudiaba un novicio: - “Querido Román Martín: más que estudiar el latín debes estudiar inglés, que en este mundo, ya ves, el latín tiene mal fin”.

Con harta asiduidad recibía la visita, con aire de protección de un tal Pedro Luis de Gálvez, casado con la actriz Carmen Sanz, seudo poeta, más siniestro que grotesco, y al decir de Cortés Cabanillas rufianesco, aventurero de la peor calaña, sucio de cuerpo y de alma, personaje tan abyecto que para sacar dinero a los conocidos, llevó envuelto en periódicos a un hijito recién fallecido al café de Fornos, poniéndolo sobre una mesa. El desdichado hampón halló su hora en los medios revolucionarios y sin pertenecer a partido alguno, como tuerto en tierra de ciegos, se hizo capitán de milicianos, luego Comandante de Carabineros, tenía automóvil con chófer y siempre en la retaguardia y ebrio, estaba presente en los episodios más tenebrosos y sangrientos, fusilamientos, asalto a la cárcel Modelo, selección de presos para las sacas. “Capitán Saltatumbas”, le llamaba Antonio Paso, quien valiéndose de este tipo, llevando a la mano a su hijo Alfonso, y acompañado también de cierta peluquera amiga de Gálvez (a la que había hecho Alférez de Carabineros, con uniforme, correaje y documentación), consiguió visitar en San Antón a Muñoz Seca, interesándose por su suerte. Al despedirse, advirtió el seudo poeta a los milicianos, refiriéndose a don Pedro: -¡Cuidármelo! ¡A éste no lo mata nadie más que yo! ¿Verdad Pedro?; a lo que el interesado respondió irónico: -Honradísimo, Gálvez, honradísimo. Antonio Paso, encarándose con el rufián, le anunció: -Si algo le pasa a Muñoz Seca tú tendrás la culpa y lo pagarás muy caro. Muñoz Seca abrigaba cierta esperanza en la ayuda del miserable en caso de extrema necesidad, pero en los días inmediatos al 27 de noviembre, ni apareció por la prisión, ni fue posible localizarlo.



Las últimas “sacas”



De la prisión de Ventas sacan el mismo día 28 otra expedición y una más de la de San Antón el día 29, en la que forman entre otros, el Abogado, José M.ª del Sol Jaquotot y sus hijos estudiantes José M.ª y Luis, de 20 y 18 años, y Arturo Soria, creador de la Ciudad Lineal. Y se prosigue al día siguiente 30 con otra enorme saca de más de 250 presos, en la que sucumbe la flor de la provincia agustiniana de Castilla, encabezados por el M. I. P. Mariano Revilla, Asistente General, y 51 religiosos, de ellos 25 Padres, 20 estudiantes o novicios y 6 hermanos. De los primeros, 5 eran Académicos de la Real de la Historia y 17 Profesores de Universidad. Marcharon con extraordinario fervor, ejemplarizados por el Padre Asistente General. Con ellos fueron otros 7 religiosos de San Juan de Dios, entre los cuales los Padres Diego de Cádiz García y Román Toncada, Secretario General y Vice-Rector respectivamente, quienes en emocionante acto de catacumbas confirieron la profesión “in artículo mortis” a sus novicios. Y también un hombre modesto y bueno, Agustín García Fuentes, portero de la casa en que vivió don José Calvo Sotelo (Velázquez, 89). En la cárcel de Ventas, nueva y numerosa saca el mismo día 30.

Así concluye el trágico noviembre, mas no el diario drama de las sacas carcelarias, prolongadas durante los cuatro días primeros de diciembre. De San Antón las hallamos en los cuatro expresados días, si bien más reducidas en número de víctimas, y de la de Ventas otra expedición con 64 mártires el día 2 y otra, la última en esta cárcel, el día 3, con 60 presos.

Pero de donde obtienen más sangre mártir en estos días es de la cárcel de Porlier, en la que no interrumpen su tarea los chequistas, enviando a las zanjas de Paracuellos nuevos presos los días 1 y 2 y más aún el 3, entre cuya noche y la mañana del 4 salieron las tres últimas expediciones del magno genocidio. Las dos primeras -a las 2 y las 5 de la madrugada- cayeron en Paracuellos, en tanto que la tercera, a las 7,30, por la gracia de Dios llegó salva, aunque con sobresaltos, a la prisión de Alcalá de Henares.

El instrumento de que se valió el designio divino para poner fin a tan prolongado martirio lo fue el antes citado Melchor Rodríguez, quizá sin sospecharlo él mismo, realizando el milagro de acabar con el río de sangre que a diario empapaba la arena de lo que ya era CAMPOSANTO DE MÁRTIRES.



Síntesis del gran holocausto



¿Cuántas víctimas reposan en este lugar? En ningún tiempo será posible señalar cifras exactas, por las razones apuntadas al comienzo de este trabajo, mas no será difícil obtener número aproximado, con nombres, fechas y procedencias. Por ahora me atrevo a afirmar que el número de sepultados en Paracuellos, incluidos los llevados de Boadilla del Monte, Ribas-Vaciamadrid, los 414 de Torrejón de Ardoz y de otros lugares próximos (excluyendo los 800 del cementerio de Aravaca) superan con mucho las cifras señaladas por ciertas monografías recientes, si bien no tan elevadas como las que nosotros hemos utilizado a veces. El número de OCHO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO mártires que expresa el Archivero-Historiador de la Real Academia de la Historia, Arsenio de Izaga en su importantísima obra Los presos de Madrid (Madrid 1940), puede ser el más aproximado hasta ahora.

Las zanjas en que se sepultaron tantos miles de mártires eran descomunales, terroríficas, sin precedentes ni comparación con cualquier otro episodio de la Cruzada. Siete en total, la mayor la n.º 4 (mártires del 9 y 24 noviembre y otros desconocidos) con 160 X 4 m.; la n.º 6 (mártires del 3 y 4 diciembre y otros desconocidos), tiene 120 X 8 m.; la n.º 5 (mártires del 28, 29 y 30 noviembre) 80 X 8 m.

Tal es, en síntesis, la historia trágica y gloriosa de los Mártires de Paracuellos de Jarama, el más grandioso holocausto católico de todos los tiempos en España, uno de los mayores de la historia de la Iglesia Universal. Inicua y gigantesca carnicería de hombres inermes, indefensos, plenos de espíritu cristiano y patriótico, para la que los responsables no se preocuparon siquiera de buscar pretexto y en la que desde luego no hubo la más mínima participación popular, como tampoco la hubo en las matanzas generales que antes hemos referido. El pueblo de Madrid ignoró los hechos hasta que concluida la guerra se supo la verdad con todo su horror y toda su grandeza. Todo estaba perfecta, diabólicamente dispuesto por los órganos de poder, desde el Ministerio de la Gobernación a la Dirección General de Seguridad y desde la Junta de Defensa a su Delegado de Orden Público. Las órdenes y listas de salida de las prisiones, la conducción de los presos en autobuses de la Empresa Municipal o en camiones de servicio oficial, la apertura de zanjas, los piquetes preparados con abundancia de armas y de municiones, todo estaba previsto y ordenado de antemano, sin que nadie desde el poder se opusiera, cuando más tarde se demostró que un solo Delegado de Prisiones, por sí mismo, pudo poner fin en un instante al inmenso crimen contra el Derecho de Gentes.

El precipitado Arsenio de Izaga, que convivió en prisión con los mártires, escribió a propósito de Paracuellos: “Cuadro espantoso aquel cuadro... espectáculo escalofriante el terrible piquete de forajidos que disparaba sus fusiles o sus ametralladoras sobre unos hombres de bien de toda profesión, de toda categoría y de toda edad. sacerdotes y seglares, militares y paisanos, ricos y pobres, patronos y obreros, desde los que habían pasado los dinteles de la ancianidad hasta los que apenas habían salido de la niñez, mientras sus compañeros de infortunio, hacinados sobre los vehículos o apelotonados a la vera del camino, esperaban el turno fatal y contemplaban indefensos el suplicio que poco después iban a sufrir”....“Yo que conocí el temple de sus pechos, lo adiviné cuando vi que salían de la prisión con el resplandor de los elegidos... Ninguno renegó de sus convicciones religiosas y patrióticas. Ninguno dio la más leve prueba de vacilación ni de flaqueza. Todos se negaron a prestar adhesión al régimen que los estaba envileciendo, a pesar de que se les ofrecía como único medio de salvarse. Todos se animaban entre sí, y oponían a las blasfemas imprecaciones de sus verdugos, su fe de creyentes y su altivez de españoles. Todos recibían la helada caricia de las balas como el galardón eterno que el Cielo les tenía prometido y el beso que la Patria imprimía en sus frentes de Cruzados. Y no se había extinguido el eco de la última descarga, cuando aún resonaba en el espacio su vibrante grito, ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España!.”



Gloriosa memoria de los Mártires de Paracuellos y de la Cruzada



Concluida la guerra los mártires de Paracuellos recibieron durante muchos años el testimonio de devoción de los madrileños y de las altas representaciones de la Iglesia y del Estado. Así por ejemplo en 5 de octubre de 1941 el Obispo Eijo Garay bendecía la Capilla provisional del Camposanto, celebraba la Santa Misa y dirigía emocionadas palabras a los fieles; el 15 de octubre del año siguiente, el Regimiento de Caballería núm. 1 de Alcalá de Henares, con el General de la 1.ª Brigada y su Coronel al frente, rendía tributo a los Mártires, al decir del Coronel, “-Con una plegaria como cristianos y honores con las armas como militares”; y el Consejo Diocesano de Jóvenes de A. C. organizaba en Paracuellos el 25 de noviembre de 1951 un gran acto nacional de fidelidad a los Mártires.

Mas hemos visto cómo, a partir de los años sesenta. el silencio y el olvido de quienes más obligados están hacia los Mártires ha caído sobre su memoria y sobre la tierra que cubre sus sagrados restos, como si jamás hubieran existido, en el tiempo en que se deterioran los valores por los que aquellos murieron, se padece confusión religiosa y se degrada la moral pública y privada. Tan sólo la Hermandad de Ntra. Sra. de los Caídos de Paracuellos de Jarama mantiene su devoción a estos Mártires.

No pretendo entrar en el análisis de las causas, pero me atrevo a pensar que la señal de restauración de la Iglesia y de España vendrá dada por la renovación de la santa memoria de estos Mártires y de todos los de la Cruzada, es decir, cuando nuestra superior Jerarquía eclesiástica llegue al Camposanto de Paracuellos, como lo hiciera el Doctor Eijo Garay, y después de besar su tierra mil veces santa, celebre solemnes Oficios a la mayor gloria de aquellos elegidos de Dios, y cuando los altos dignatarios de la Nación rindan de nuevo homenaje a los héroes que allí reposan.

Un rayo de esperanza hallamos en la reciente declaración martirial de las tres Carmelitas de Guadalajara, cuya beatificación solemne se anuncia para el 29 de marzo en Roma, si es que a continuación se prosiguen las Causas de tantos miles de Mártires de la Cruzada, cuyos méritos no son inferiores a los de aquellas santas religiosas. En tanto, y cuando más oscuro contemplamos el horizonte, encomendémonos a esta gloriosa constelación de los Mártires, ellos son nuestros mejores aliados en el Cielo, de donde procede todo poder, y el suyo de intercesores de la divina gracia es tan grande como lo fuera su sacrificio.

Por D. José Antonio García-Noblejas
Académico C. de la Real de la Historia
Ex Director General de Archivos y Bibliotecas