martes, 23 de febrero de 2021
Mi columna
ABASCAL GANA, CASADO PIERDE (Por Agustín Ferrer Ortiz)
Las elecciones de Cataluña del pasado 14-F ha sido un aviso a navegantes de los que está por venir en las próxima elecciones municipales y autonómicas y posteriormente si esta tendencia del sarpaso se mantiene, en las generales donde Pablo Casado se juega su futuro y el del Partido Popular en estos momentos herido de muerte con una directiva desorganizada y unos barones exigiendo mantener las políticas actuales del partido caducas desde la época Aznar y ya sabemos el de echo de renovarse o morir y parece, que los populares han decidido morir viendo como su electorado es cada vez más a fin a la ideología de Santiago Abascal al que tachan de fascista por querer lo mejor para España mientras observamos una izquierda más ocupada en la destrucción de España que en el Estado de Bienestar de los españoles.
La irrupción de los verdes con 11 escaños en el Parlament ha dejado boquiabiertos a todos los partidos políticos catalanes que ahora pretenden un cordón sanitario contra Vox, y también a una gran mayoría de ciudadanos que no esperábamos este resultado. Cierto es que estas elecciones bajo el miedo del Covid y por qué no decirlo, también de posibles acciones de los radicales de la CUP han hecho que el electorado no haya sido superior al 50 por ciento frente a un 74 por ciento de los últimos comicios, recordemos aquellos de urnas en la calle y que ya salían rebosantes de papeletas de los independentistas pro ruptura con el Estado de la Nación.
Santiago Abascal ha dado un gran paso con este resultado, probablemente algo imaginario por las circunstancias pero no deja de ser interesante de cara a los que va a ser en próximos comicios con una sociedad asqueada de un gobierno social-comunista sin rumbo y con intenciones bolcheviques que están llevando a España al caos y a la ruina económica con sectores ya desesperados por los planteamientos erróneos de Pedro Sánchez y el peligroso de Pablo Iglesias que maneja los hilos de Moncloa, quiera o no el presidente del Falcon.
Vox y Abascal, han venido para quedarse y eso, beneficia a España porque hacen falta ideas que animen al pueblo, que tengan algo en que confiar, que se miren en un espejo de alguien que quiere hacer lo que la ciudadanía pide, especialmente en seguridad, inmigración ilegal, economía. Confiar en alguien que desee realmente salvar España y ciertamente, desde mi modesta opinión en esta columna, actualmente no hay ningún partido, ni PSOE, ni PP, ni Cs. Capaces de afrontar los grandes problemas que tiene España y los españoles.
Quedan tres años para las elecciones generales, antes están las municipales y autonómicas, esperemos que la sociedad siga con este entusiasmo y no se vaya desinflando el globo de la esperanza que las elecciones catalanas han supuestos para los que creemos en un futuro mejor, en que una nueva España es posible y acabar con intenciones chavista de un castoso casposo cuyo interés es convertir España en la Venezuela europea. Por ello Europa nos está dando la espalda, por ello volvemos a ser el vagón de cola y claro,, siempre que gobierna la izquierda, España retrocede a pasos agigantados porque sólo destruyen empleo y producen corrupción.
lunes, 25 de enero de 2021
Desde mi ventana: Agustín Ferrer Ortiz
CALBALGATA DE REYES VS COVID
Este pasado mes de enero se celebró en Valencia la Cabalgata de Reyes para deleitar a mayores y niños ansiosos de ver a sus Majestades de Oriente a quienes habían hecho llegar sus catas cargadas de esas ilusiones y con el deseo de recibir aquellos regalos que tanto ansían, algo que todos entendemos, porque todos hemos sido niños y todos hemos deseado que llegara ese día, esa noche mágica donde los nervios te engañan y no te dejan dormir.
Pero este año no, este año no podía ser una cabalgata a la antigua y ahí es donde el alcalde de Valencia Joan Ribo, el extranjero separatista de Comprimís ha querido saltarse todas las barreras de la lógica y montar su jolgorio por encima de cualquier hecho o persona, incluso saltándose las normas que aconsejaban no celebrar actos masivos, y recordemos que esta cabalgata a reunido a centenares de ciudadanos con el consiguiente riesgo de contagio.
Para mí, esta cabalgata es un gran error por no decir un verdadero delito que atenta contra la salud pública por los contagios que van a surgir o mejor dicho están surgiendo por mucho que el Consell, el Gobierno y Fernando Sión quieran culpar a la reuniones familiares en las fiesta de Navidad. Mentira, absolutamente incierto. Puede si decirse, que había cierta aglomeración en los centros comerciales, pero no por socializar y menos en los bares que han cumplido a rajatabla las ordenanzas al caso. Estamos viviendo una época difícil de la que no conocemos su final, con un virus mortal que está creando cepas aún más malignas como la inglesa y la brasileña y como tantas otras, que según los virólogos, existen y aún no conocemos.
La Comunidad Valenciana casi está ya a la cabeza de zonas con mayor número de casos de Covid por cada 10.000 habitantes y esto, digan lo que digan los ilustrados políticos de media tinta es una realidad que debe hacernos pensar y reaccionar, pero diré sin miedo a equivocarme, que el gran causante de estos aumentos ha sido la dichosa cabalgata de Joan Ribó y este el máximo culpable junto con el Consell por no haberlo prohibido como si se ha hecho con otras manifestaciones políticas o cívicas.
Joan Ribó debería tener la dignidad moral y ética política junto con Ximo Puig y Mónica Oltra de presentar sus dimisiones. La Comunidad Valenciana, Valencia, no pueden permitirse tener unos irresponsables al frente de nuestras instituciones porque sin duda entiendo que esto tiene una finalidad macabra y mal intencionada porque están poniendo en peligro la vida de una cantidad innumerable de ciudadanos que van a sufrir las consecuencias del contagio por Covid 19 y por desgracia, lamentaremos no sólo esos contagios sino, las muertes que puedan acarrear. Sinceramente no se puede más que pedir que estos elementos dimitan con todos sus equipo, tanto el Consell, como el Ayuntamiento de Valencia. La responsabilidad recae sobre sus espaldas, las muertes que sucedan, serán sus muertos, los que luego lloraremos .
domingo, 9 de abril de 2017
Desde mi corondel: La Valencia
faraónica del S. XXI
Agustín Ferrer Ortiz
La historia de los
políticos actuales y parece que de forma especial en Valencia, es la de querer
pasar a la historia no por sus buenas acciones y gestiones políticas, que ya se
ven inexistentes ante su corta capacidad para ello, sino por sus obras magnas al
más puro estilo faraónico.
La prueba la tenemos a
lo largo de la historia más reciente de Valencia. Por ejemplo, Joan Lerma se
empeñó a como diera lugar a construir el Palau de la Música, después llegó el
PP de Zaplana y comenzamos con la Ciudad de las Ciencias y las Artes (obras
algunas de ellas aún inacabadas o incompletas en su entorno) y ahora llegan los
de Compromís con su rodillo y por las bravas nos colocan en la capital un
anillo ciclista que ríete tú de cualquier otro que hayas visto, por cierto, yo
que he viajado bastante, no he visto ninguno así en ninguna capital europea, a
no ser que los hayan hecho ahora, pero lo que si se, es que esta magna obra que
se realiza sin estudios previos, sin consultas a nadie de las partes más
interesadas, sino porque lo ordeno y mando del “César” Giuseppe Grezzi,
concejal de movilidad del Ayuntamiento de la capital del Turia, nos va a costar
algo bastante más del millón de euros para una población ciclista que no supera
el millar.
Valencia actualmente
se ha convertido en una ciudad caótica, ya lo era, pero en estos momentos se ha
dado solución innecesaria a algo trivial y sin urgencia mientras las carencias
para hacer una Valencia más fluida y rápida, con más estacionamientos, en vez
de quitar, sigue pendiente hasta que algún alcalde inteligente demuestre
cordura y no se deje llevar por la sinrazón de la pedantería, el rencor y la
soberbia como es el caso de Joan Ribó que lleva ya dos años mirando su ombligo
y sus razones políticas ante que mirar por las necesidades y el bienestar de
unos ciudadanos a los cuales se supone representa él y su equipo de
incompetentes concejales apoyados por otros cortos de miras políticas.
Valencia no es una
ciudad con una urgente necesidad ciclista si bien está que se use ese medio
para reducir ruidos y la contaminación como se hace por toda Europa, pero hay
que hacerlo de forma equilibrada, por ejemplo Alemania y Holanda
principalmente, que además respetan al ciento por ciento al resto de
conductores o viandantes, no como sucede en Valencia donde además se les ha
dado una prioridad que convierte al ciclista en un arma peligrosa ya que pueden
circular por donde quieran y como quieran y así lo estamos comprobando en el
día a día que pese a tener carril bici siguen rodando son educación alguna por
las aceras de la ciudad, lo que no deja de ser un verdadero peligro para la
gente mayor y los niños a quienes se les está usurpando su espacio mientras la
Policía Local se encuentra atada de manos por la incompetencia del edil
enfrentado ahora a la responsable de Policía Local y primera teniente alcalde
Sandra Gómez que es a la razón la única que está demostrando algo de cordura en
todo este desaguisado que ha dejado Valencia a los pies de los caballos por una
obra faraónica, pues es incomprensible que las vías rápidas de la ciudad se
conviertan en embudos caóticos como es los alrededores de las Torres de
Serranos o la calle Colón en horas punta y como respuesta por parte del
ayuntamiento los ciudadanos obtienen insultos y/o desprecios así como
desplantes porque es la única arma argumental del alcalde y del edil de esta
competencia.
Nunca he sido
partidario de obras de este calibre si antes no se solucionan las primeras
necesidades de una ciudad y de unos ciudadanos que son primordiales lo que
conlleva a grandes gastos que nos vemos obligados a amortizar con subidas de
impuestos que merman la calidad de vida de la personas y deja a la ciudad con
una imagen irreal de lo que realmente es o de lo que realmente está sucediendo
porque ¿alguien considera que era tan necesario la magna obra de la Ciudad de
las Ciencias, tener en Valencia un Palacio de Congresos y un Palau de la música
que tienen que competir como rivales para tener trabajo y público y que hemos
pagado los ciudadanos? Hubiera sido más lógico fomentar teatros con reformas
apropiadas para aumentar la capacidad de público y la seguridad de los
recintos. En fin, esto es hablar por hablar porque sabemos cuál es la respuesta
de unos políticos que se creen dioses o faraones pero que lucen más por su
incompetencia y dejadez que por su calidad profesional y su falta de respeto
hacia los ciudadanos valencianos.
lunes, 12 de diciembre de 2016
Mi opinión: “La Unesco, Las fallas y
Rita Barberá”
Por Agustín Ferrer Ortiz.-
Valencia está triste, Valencia está feliz y Valencia está de
enhorabuena y todo eso ha sucedido en el plazo tan breve que da una semana, que
dan siete días que pasarán a la historia de la Comunidad Valenciana y será una
página importante en la historia de España. El pueblo valenciano, en cada uno
de sus rincones de la provincia de Valencia ha estallado en júbilo y alegría
con tan prestigiosa noticia que da más prestigio aún si cabe a una fiesta
internacionalmente conocida de norte a sur y este a oeste del globo y todo
conseguido gracias al esfuerzo y tesón de una mujer apoyada y aplaudida por el
mundo fallero que le daba oxigeno para alcanzar lo que hoy es una realidad.
Cinco años de lucha para que la UNESCO reconozca las Fallas como
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ha sido por fin gracias al esfuerzo de
colectivos, personas y entidades valencianas que a lo largo de este tiempo han
seguido bajo el deseo de Rita Barberá, las instrucciones y apoyos oportunos
para conseguir esta gran meta como ya pasara hace veinte años cuando el
edificio de La Lonja de Valencia fuera igualmente declarado PIH y también cabe
destacar la gran labor de Mayor Zaragoza gran impulsor de este proyecto
No es de recibo que quienes ahora están gobernando el Ayuntamiento de
Valencia o el Consell, quieran ahora atribuirse unos méritos que no les
corresponden, que quieran ser abanderados del éxito y ponerse medallas que no
les han sido otorgadas y de las que nunca serán merecedores cuando precisamente
ellos, los de la coalición Compromís ha sido la que más zancadillas ponía para
que este barco llegara a buen puerto y es que señores, en política no todo vale
aunque sea eso lo que ustedes creen o aunque sea la política que a ustedes les gusta hacer, amén además de
apropiarse de méritos ajenos. Solo hay que recordarles aquellas manifestaciones
en Fallas bajo el balcón del Cap i Casal con el lema de “Intifada” promovido
por este grupo político que odia todo lo valenciano, nuestra lengua, nuestra
cultura, raíces y señas de identidad con el único propósito de meternos en un
mundo salvaje llamado Països Catalans que ni siquiera tienen fundamento ni
lógica socio-político-económica.
Por eso el pueblo valenciano debemos ahora defender a capa y espada
aquello que nos ha dejado en herencia nuestra alcaldesa, aquello a los
valencianos nos llena de gozo y alegría como son las Fallas y no permitir que
las injerencias políticas de quienes ahora quieren manipular y contar mentiras
en los canales de televisión próximos a sus ideas cuentan de Rita Barbera y de
su labor por Valencia a lo largo de sus veinticuatro años de alcaldesa. Por eso
que las Fallas como otras tantas fiestas valencianas de nuestra geografía sean
reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial debe ser siempre la mejor
tarjeta de presentación de nuestra cultura contra el afán de quienes quieren
ocultarla o manipularla e incluso hasta anularla por completo como están
pretendiendo Podemos, Compromís o incluso los del PSPV-PSOE que obtiene como
único mérito ser un partido vendido a los ideales de los radicales de
izquierda.
Por suerte, nuestro pueblo está compuesto por gentes agradecidas, por
gentes inteligentes que aman lo suyo, que defienden lo suyo y lo viven como si
lo tuvieran tatuado en sus cuerpos y esas gentes luchadoras son las que junto
con Rita Barberá, junto con todas las entidades y personas sumadas a este
proyecto han hecho posible que las Fallas tengan el mejor escaparate en la
historia de la cultura. Por eso tampoco podemos caer en las provocaciones que
se vienen lanzando desde esas direcciones radicales, provocaciones de intifadas
bajo balconadas con insultos y menosprecios porque nuestra inteligencia,
nuestra capacidad de tolerancia debe servir para demostrarles que simplemente
ellos, no son nada, no son nadie.
Y si, escribir este artículo me ha movido el corazón, lo he escrito desde el amor a mi tierra, desde mi pasión por las fallas y lo que es más importante, desde la amistad que a mi familia y a la de Barberá, debido a que nuestros padres fueron comunes compañeros de profesión y amigos por naturaleza. Por eso mi corazón está como valencia en Fallas, "anses en flames" pero por la emoción y la alegría, por la buena nueva para nuestra tierra y porque sin duda es lo que más disfrutamos los valencianos.
Vixca Valençia, Vixca les Falles, Vixca la UNESCO y siempre, siempre…
Gracias Rita.
viernes, 25 de noviembre de 2016
Desde mi balcón: “Violencia de
género. Ni una víctima más”
Por Agustín Ferrer Ortiz
Hoy es 25 de noviembre y en esta fecha desde los últimos años venimos
celebrando el Día contra la violencia de género, que por desgracia está
demasiado arraigada en el carácter español y no dejamos de ver día tras día
algún acto violento contra las mujeres en su mayor porcentaje, mujeres que su
único pecado ha sido amar a sus esposos, novios o compañeros íntimos con el
propósito de ser felices.
Todos los años nos manifestamos para expresar nuestra repudia, gritar
por los derechos de las mujeres y el respeto a la libertad, pero todo eso no
sirve de nada si simplemente queda en esos buenos propósitos y meros parches
políticos y sociales que no frenan al agresor en la medida que corresponde porque
para ello, es urgente y necesario cambiar muchas leyes que realmente sean
efectivas y castiguen justamente y con dureza a esta clase de delincuentes,
porque merecen penas duras y concretas, castigos ejemplares para que la futura
sociedad sea más justa y respete como corresponde a sus semejantes sean del
sexo que sean o de la condición sexual que sean y por ello es por lo que
debemos luchar en las manifestaciones no sólo el 25 de noviembre de cada año,
no cada vez que guardamos unos minutos de silencio cada vez que se comete un
atroz asesinato, sino día a día, para que las leyes se apliquen como
corresponde, para que la justicia actúe con la dureza que corresponde a estos
cosas.
La sociedad debe ser exigente en sus demandas a nuestros políticos
para que aquellas leyes que se promulguen sean duras y se cumplan íntegramente
porque no es de recibo que estos elementos criminales pasen por las celdas una
corta temporada, salgan a la calle y en algunos casos sean hasta reincidentes,
mientras que los muertos ya no pueden alzar la voz ni esgrimir un breve y
tembloroso llanto de súplica. Pero es difícil escribir cuando hay tanta
mezquindad política porque algunas fuerzas políticas, especialmente de la
izquierda quieren erigirse como los únicos valedores de los derechos contra la
violencia de género como si tuvieran patente de corso y se les hace la boca
agua cuando luego observamos que sus palabras solo son como un sermón en el
desierto mientras miles de mujeres mueren al año y son ya muchas, demasiadas
para que solo esgrimamos simples palabras y no pasemos a los hechos de forma
contundente.
Mientras no cambie la situación y todos los partidos políticos se
pongan de acuerdo en una modificación de las leyes y nadie se quiera apuntar el
tanto como medalla exclusiva, no conseguiremos que nada cambien y cada 25 de
noviembre volveremos a salir a la calle a llorar por esas mujeres fallecidas,
pero la culpa será de la cobardía política, no de una sociedad que pide cambio
radical y unas penas justas pero duras y sin remisión en estos casos.
martes, 18 de octubre de 2016
Desde mi opinión: El Gürtel es
pasado… No, no lo es
Por Agustín Ferrer Ortiz.-
Desde que existe la política y yo me atrevería a decir que incluso
antes ya en épocas prehistóricas, existe la codicia, la avaricia y por tanto la
corrupción y es que el dinero fácil, el que no cuesta de ganar y que llega a
manos llenas desde los bolsillos de los ciudadanos ricos o pobres, es un manjar
fácil de obtener sin grandes esfuerzos, lo malo es que en esta España del Siglo
XXI la corrupción es la primera palabra que nos encontramos en todo aquello que
leemos y llega a nuestras manos o escuchamos en los medios de información,
llegando a ser hoy por hoy, el país más corrupto por encima de cualquiera de
los latinoamericanos o asiáticos.
Y dice el Gobierno de Mariano Rajoy que el Gürtel es pasado y que no
debe influir en los votantes en caso de una más que seguras terceras elecciones
a tenor de las broncas internas entre el “no” y la “abstención” dentro del
Partido Socialista y puede que tengan razón porque lo que está claro es que el
votante del Partido Popular es de un nivel socio-cultural bastante elevado con
un buen coeficiente de inteligencia y sabe leer entre líneas lo que realmente
necesita España y la prueba está en que cada vez que ha gobernado el PP, España
ha sido productiva pese a los recortes (que también comenzó Zapatero)
promovidos y ordenados por Europa y no por mor de deseos partidistas como
pretende hacer creer la cada día más caduca izquierda radical española.
Pero por desgracia no es pasado, el Gürtel, como la trama de los EREs
u otros tantos casos de corrupción no son pasado porque todos los partidos
políticos han metido la mano en la hucha del ciudadano, que son nuestros
impuestos, para enriquecerse de forma ilícita, abusiva, descarada e insultante
y eso por desgracia es algo que el ciudadano no debe ni puede olvidar porque es
la única manera de tratar que no vuelva a repetirse y una cosa es que sea
pasado que no lo es y otra que pueda influir en un referéndum que no creo sea
el caso, ya que aún queda tiempo y hay otros partidos que por mucho que quieran
hablar de la corrupción en el PP, tienen causas que aclarar ante la justicia o
dineros procedentes de cuentas y países extraños para alimentar campañas
políticas de desestabilización social.
Sin duda la corrupción ha sido el gran telón de Aquiles de los
principales partidos políticos lo que ha propiciado la aparición de algunos
extremistas o que cierta izquierda algo moderada y dormida, haya cambiado su
actitud volviendo a los anales históricos que llevaron a España al gran
desastre, algo que hoy por hoy no llegaran a conseguir por mucho que el
radicalismo podemita se empeñe en ello y sumir el país bajo la nube negra del
terror y el fascismo rojo al más puro estilo chavista-bolchevique y está claro
que una forma de atajar la corrupción es expulsando a los mismos de cada
partido sin posibilidad de volver a ocupar cargos ni de barrendero, pero
también es preciso otras leyes o normas que hagan más riguroso los castigos a
quienes comenten estas tropelías indignas que denigran la política española.
En definitiva, ni el Gürtel, ni los EREs, ni cualquier trama de
corrupción de cualquier partido, ni siquiera la recepción de dinero de
cualquier país extranjero para que alguna fuerza política pueda dedicarse a
desestabilizar la nación y el estado de derecho pueden ser olvidado, porque la
impunidad del olvido conduce a que los hechos se sigan repitiendo y la
criminalidad política debe ser perseguida hasta las últimas consecuencias caiga
quien caiga. Y no caigamos en la retórica del tú más o de que el PP es el
partido más corrupto como pretende hacer creer la izquierda radical ante la
impotencia de poder gobernar, porque esa izquierda tiene mucho que callar
cuando esconde la corrupción del verdadero partido más corrupto con la malsana
intención de intentar ocupar algún sillón ministerial que nunca les llegará.
sábado, 15 de octubre de 2016
Desde mi opinión: “Valencia la mar de
sucia”
Por Agustín Ferrer Ortiz.-
Ya es una constante desde que Joan Ribó llegara a ocupar junto con su
séquito de Compromís, el Cap i Casal de nuestra ciudad, que los ciudadanos
eleven sus protestas a través de todos los medios posibles, especialmente las
redes sociales y quejarse a diario de lo sucia que se encuentra lo que siempre
había sido la “ciudad de la luz y del color”. Y quiero recordar aquella ocasión
en que fuimos galardonador con la escoba de oro por ser una de las ciudades más
limpias, solo que hoy en día nos darían el recogedor de plástico dorado para
recoger toda la basura que hay por nuestras calles gracias a la dejadez
municipal.
Y es que cuando caminas por cualquier calle, no dejas de tropezar con
innumerables excrementos gatunos y caninos y creo que incluso de algún ínclito
con principios bastantes ausentes en cuanto a conducta social se refiere, entre
muchas cosas más puesto que hay una plaga humana compuesta por diversas
nacionalidades especialmente rumanos, pakistanís y gitanos que se dedican a
vaciar los contenedores en busca de elementos que puedan posteriormente vender
en casas de empeño tan de moda ahora en España tras los programas americanos
televisados. Y ni que decir tiene cuando te vas alejando hacia la periferia es
cada vez peor, calles infestadas de basura, orines y defecaciones, contenedores
con la basura y utensilios inservibles por derredor del contenedor totalmente
esparcidos por doquier, y cómo no, los olores insoportables que hacen que
algunas calles o callejuelas sean intransitables.
Es una lástima que aquellos que querían cambiar Valencia,
efectivamente lo estén haciendo pero para mal, porque el señor Ribó y su equipo
no son precisamente el ejemplo de buena gestión y aún no llevan un año, así
como el caos en movilidad por parte del concejal Giusseppe Grazzi, lo que
realmente convierte esta ciudad en un verdadero desastre urbano, con cambios
incomprensible que en vez de ayudar a mejorar la vida del ciudadano, la está
día a día complicando por la incompetencia de quienes no saben gestionar su
trabajo o por mor de unos asesores aún más incompetentes y los valencianos no
merecemos un gobierno municipal que piensa más en su finalidad catalanista, en
sus políticas basadas en el odio, que en lo que realmente debe hacer un
político, ser decente con el ciudadano y trabajar para él, porque la higiene
política debe estar por encima de todo, pero esa carencia es muy frecuente en
ciertos sectores políticos valencianos. Yo entiendo que alguien que viene de
Italia, acostumbrado al caos circulatorio de Roma u otras urbes de aquel
hermoso país, entienda que aquí pasa lo mismo o se puede aplicar el mismo
sistema caótico pero no señor, esto no es una república bananera donde impera
el desmadre y el descontrol, sino la inteligencia y la educación señor mío, así
como el respeto a los conciudadanos y es algo que debería saber cómo se supone
que es un buen europeo.
Es una vergüenza que el turismo se lleve una impresión pobre de una
Valencia indecente. Tan solo el centro de la ciudad y no mucho queda salvado de
esa mala imagen que estamos ofreciendo, pero les aseguro que si visitan alguna
zona, como la que yo resido, que hay varios hoteles y queda alejada del casco
urbano, podrán observar la suciedad existente y son hoteles de cuatro
estrellas, son zonas donde hay varios colegios y francamente es una indecencia
tener un alcalde que se comporta como
alguien a quien no le importa más que su sillón, el sobre opulento a
final d emes y colocar a sus amistades e incluso concejales que dudo hasta
tengan la calidad suficiente para ocupar los cargos que ostentan.
Definitivamente, el abandono de la ciudad por parte de Joan Ribó y su
equipo, es comparable al de Madrid y resto de ciudades gobernadas por radicales
que miran más sus propios intereses que el beneficio para los ciudadanos porque
saben perfectamente que su tiempo está calculado en una legislación, incluso en
menos tiempo porque estoy convencido de que no soportarán la presión de cuatro
años mal gestionando sus ciudades y en el caso de Valencia, la presión es
tremenda más cuando el odio entre político y ciudadanos viene siendo mutuo.
No queda más que exigir a Ribó que deje sus pamplinas y mediocridades
políticas de baja estopa y se dedique realmente a lo que tiene que hacer que es
gobernar la ciudad para la ciudad y los ciudadanos, buscando lo mejor para
estos y no mirando su ego ya de por sí extremadamente exagerado y salir de su
burbuja y cumplir las promesas que durante su larga etapa en la oposición hacía
y que debe cumplir en un tiempo mínimo, porque dentro de tres años, o le
veremos regresar a Tarragona (su casa) o sentarse nuevamente en el banco de
oposición y es que aún le queda algo de vergüenza torera.
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